Tras el tropiezo en Salamanca, Valencia Basket necesitaba reencontrarse con la victoria y lo hizo con solvencia ante Spar Gran Canaria (83-66)

La tarde tuvo todos los ingredientes deseados: un inicio contundente, una reacción visitante que obligó a ajustar, una segunda parte mucho más sólida y un cierre dulce con el regreso de Cristina Ouviña 574 días después de su último partido oficial. El Roig Arena lo celebró como una auténtica ovación de bienvenida.
El triunfo permite a las taronja mantener su 8-2 en la Liga F Endesa, mantenerse en la parte alta y llegar a la próxima semana con pleno de confianza antes del doble cruce ante Casademont Zaragoza, líder de la competición.

Un arranque mandón para marcar territorio
El equipo de Rubén Burgos abrió el partido con un 9-0 que sirvió para marcar el ritmo al que estaban obligadas a jugar las canarias si querían competir. Leticia Romero, Queralt Casas, Leo Fiebich, María Araújo y Kayla Alexander formaron el quinteto inicial, que rápidamente encontró acierto exterior y fluidez en la circulación de balón.
El primer cuarto transcurrió con superioridad taronja: triples de Romero, Fiebich y Abdelkader, dominio interior de Alexander y una defensa que asfixiaba el primer pase de Spar Gran Canaria. Las visitantes sobrevivían gracias a acciones puntuales de Billard y de la ex-taronja Claudia Contell, pero el +10 (27-17) reflejaba la sensación de control local.

Un segundo cuarto de alternancias y avisos
El segundo periodo arrancó con un triple de Fiebich, pero pronto quedó claro que el guion iba a cambiar. Spar Gran Canaria encontró ritmo ofensivo gracias a Billard, Estebas y Merceron, y Valencia Basket perdió claridad en el pase y velocidad en la circulación. Las canarias firmaron un parcial de 0-8 que redujo la diferencia a cinco puntos y agitó el partido.
Casas frenó momentáneamente esa tendencia, pero la energía visitante se mantuvo: Merceron sacaba tiros con adicional y Contell se doctoraba ante su antigua afición, alcanzando 14 puntos al descanso. Solo los tiros libres finales de Alexander evitaron que la diferencia se esfumara por completo. Las taronja se marchaban al vestuario con un 47-43 y la sensación de que debían subir el nivel atrás.

El giro en la defensa y un parcial que cambió la tarde
La reacción llegó tras el descanso. Valencia Basket ajustó en defensa, cerró líneas de pase y aumentó la agresividad en el uno contra uno. El resultado fue un parcial fulminante de 11-0 comandado por una Leti Romero excelente y la presencia física de Kayla Alexander.
Spar Gran Canaria estuvo casi cuatro minutos sin anotar hasta que Richardson logró un 0-5 que dio aire al conjunto visitante. Aun así, aunque las taronjas pasaron por un tramo de atasco ofensivo, supieron gestionar la ventaja. Fam y Lekovic aportaron puntos clave, y el tercer cuarto se cerró con un 66-56 que devolvía el control al equipo taronja.

Un cierre sólido, con Buenavida decisiva y Ouviña desatando la ovación
El último cuarto comenzó con un triple de Elena Buenavida que pareció anunciar un final de ritmo alto, pero ambos cuadros entraron en un tramo espeso de anotación. En ese momento, la canaria apareció en defensa: dos robos consecutivos, una asistencia para Abdelkader y otro triple que volvió a elevar la renta a 14 puntos.
Fue entonces cuando llegó el momento más esperado del día. Cristina Ouviña saltó a pista para disputar sus primeros minutos tras su maternidad. La ovación del Roig Arena fue atronadora, y el regreso no pudo tener mejor broche: un triple limpio que levantó a todo el pabellón.
Con la diferencia asentada por encima de los diez puntos, Valencia Basket navegó con calma hasta el 83-66 final, certificando una victoria importante por el juego, por las sensaciones y por el simbolismo de recuperar a una de sus líderes.

Camino despejado hacia una semana clave
Con este triunfo, Valencia Basket firma su octava victoria en la Liga F Endesa y se mantiene a un solo triunfo del líder, Casademont Zaragoza. La próxima semana, ambos equipos se verán las caras tanto en Euroliga como en la competición doméstica en un doble duelo que puede marcar la primera gran fotografía de la temporada.





















