Valencia Basket dejó escapar una oportunidad histórica de asumir el liderato de la Euroliga tras caer en la pista del Maccabi Rapyd Tel Aviv (85-82) en un partido decidido más por los detalles estadísticos que por grandes diferencias de juego. El marcador fue corto, pero los datos explican con claridad por qué el triunfo se quedó en casa

Igualdad en la pintura, diferencia desde el tiro libre
Ambos equipos mostraron una eficacia casi idéntica en lanzamientos de dos puntos. Maccabi firmó un 21/36 (58,3%) y Valencia Basket un 20/34 (58,8%), reflejo de un partido equilibrado cerca del aro y bien trabajado a nivel defensivo.
La primera gran brecha apareció en la línea de tiros libres. El conjunto israelí acudió 26 veces al tiro libre y convirtió 22 (84,6%), mientras que Valencia Basket se quedó en 17 intentos, con 12 anotados (70,6%). En un encuentro resuelto por tres puntos, esa diferencia resultó decisiva.
El triple, principal obstáculo taronja
Valencia Basket asumió un volumen muy alto de lanzamiento exterior, pero sin el acierto necesario. El equipo de Pedro Martínez cerró el partido con un 10/39 en triples (25,6%), un porcentaje insuficiente para competir en un escenario tan exigente.
Maccabi tampoco brilló desde el perímetro (7/27, 25,9%), pero supo compensar su desacierto con mayor agresividad interior, mejor selección de tiros y más visitas a la línea de personal.
Superioridad en el rebote sin premio
Uno de los datos más llamativos del encuentro fue el dominio de Valencia Basket en el rebote. El conjunto taronja capturó 46 rebotes, 18 de ellos ofensivos, frente a los 32 totales de Maccabi.
Esa ventaja en segundas oportunidades no se tradujo en una producción ofensiva acorde, penalizada por el desacierto exterior y la falta de continuidad tras cada captura ofensiva.
Más asistencias, pero también más pérdidas
Valencia Basket movió mejor el balón, con 20 asistencias por las 14 del equipo local, pero ese mayor dinamismo se vio contrarrestado por un número elevado de pérdidas: 14 balones perdidos, cuatro más que Maccabi.
En un partido de ritmo controlado y defensas intensas, la gestión del balón fue un factor clave que favoreció al conjunto israelí.
Reparto ofensivo más equilibrado en Maccabi
Maccabi encontró anotación desde distintos focos, con varios jugadores superando la decena de puntos y manteniendo la regularidad ofensiva durante los cuarenta minutos.
En Valencia Basket destacaron las actuaciones de Kameron Taylor (15 puntos), Badio (14) y Costello (13), pero el equipo no logró sostener un flujo anotador continuo ni desde el banquillo ni en los momentos de mayor exigencia.
El desenlace, reflejo de la tendencia
El tramo final condensó lo ocurrido durante todo el encuentro: Valencia Basket compitió, generó opciones y dominó el rebote ofensivo, pero volvió a encontrarse con el aro cerrado desde el perímetro. La insistencia exterior, sin acierto, terminó siendo su principal lastre.
Lectura final desde las cifras
Maccabi ganó el partido porque:
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Visitó más la línea de tiros libres y con mayor eficacia
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Protegió mejor el balón
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Mantuvo un reparto ofensivo más constante
Valencia Basket lo perdió porque:
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Dependió en exceso del triple sin acierto
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No rentabilizó su dominio en el rebote
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Pagó cada pérdida en un partido de márgenes mínimos
El resultado fue ajustado, pero los números no engañan. Y esta vez, la estadística inclinó la balanza en Tel Aviv.


















