Valencia Basket despide la Fonteta tras 38 años de historia y emoción

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Valencia Basket cerró este domingo una etapa de 38 años en la Fonteta, en una tarde que fue mucho más que un partido: fue un abrazo colectivo lleno de emoción, nostalgia, risas, lágrimas y solidaridad

Participantes Leyendas junto a Juan Roig /Foto: MA Polo

Más de 5.000 corazones latiendo al unísono, en un homenaje a la que ha sido su casa durante casi cuatro décadas. Todo lo recaudado se destinó a los afectados por la DANA del pasado 29 de octubre, porque este club siempre ha sido mucho más que baloncesto.

Como cantó La Fúmiga en el himno estrenado esa tarde, la gente de la Fonteta “som molt de riure i plorar”. Y así fue.

/Foto: MA Polo

Un viaje por la memoria

La Fonteta se llenó de recuerdos.

Desde los que llegaron cuando el equipo jugaba en Mislata, a los que vibraron con el primer ascenso a la acb, a quienes saltaron de sus asientos con el primer título en taronja.

Fue un día para recordar a los que ya no están, que tanto empujaron desde la grada y que, de algún modo, estaban allí, en cada aplauso y cada mirada al cielo.

La última salida no fue una despedida definitiva, sino un “feliz verano, nos vemos en octubre” ya en el Roig Arena, con la promesa de que este sentimiento nunca muere.

La Fúmiga /Foto: MA Polo

Música para abrir el corazón

La tarde comenzó con música, como deben empezar las grandes fiestas.

La Fúmiga puso a bailar al pabellón con sus éxitos y estrenó “La Promesa”, el nuevo himno que hizo temblar las paredes de la Fonteta, mientras miles de voces lo coreaban con un nudo en la garganta y los ojos brillando.

Leyendas que nunca se fueron

El partido entre las Leyendas de Valencia Basket y las Leyendas de España fue mucho más que un encuentro. Fue un reencuentro con la historia, con la memoria viva. Con la camiseta blanca retro, Valencia Basket remontó y ganó 84-83 con un triple final de Berni Álvarez, máximo anotador con 20 puntos.

Participantes antes de comenzar/Foto: MA Polo

Ídolos eternos en casa

Volvieron a vestir de taronja quienes escribieron páginas imborrables: Rafa Martínez, Bojan Dubljevic, Sam Van Rossom, Anna Gómez, Víctor Claver, Leles Muñoz, Fernando San Emeterio, Luengo, Rodilla, Berni Álvarez, Coterón, Barros, Sato, Oberto y Hopkins. También se vieron caras amigas que dejaron huella, como Guillem Vives, Ribas, Paraíso o Colom, esta vez con la camiseta de España. O Amaya Valdemoro y Marina Ferragut, que en su día defendieron al Ros Casares.

La Fonteta volvió a vibrar con Calderón, Carlos Jiménez, Rafa Jofresa, Alfonso Reyes o Lucio Angulo. Fue un regalo para el alma.

Memorias en voz alta

Antes del partido, Rubén Burgos, Anna Montañana, José Antonio Paraíso, Fabricio Oberto, José Manuel Calderón y Anna Gómez compartieron sus recuerdos. Y mientras el balón botaba, el videomarcador regalaba homenajes a la afición más leal, esa que jamás falló a su equipo.

Bojan sale a pista/Foto: MA Polo

Solidaridad y lágrimas compartidas

En el descanso, un concurso de triples incrementó la ayuda solidaria. Pero el momento más emotivo fue el recuerdo a quienes nos dejaron en estas cuatro décadas.

El pabellón se llenó de silencio y miradas húmedas, en un homenaje sentido a todos los ausentes.

van Rossom ante Calderón / Foto: MA Polo

El último Survive

Antes de la bocina final, las bufandas ondearon por última vez con el Survive, ese himno de resistencia y orgullo.

Después, el videomarcador proyectó un vídeo que hizo llorar a muchos, un repaso a todas las vidas, partidos, sueños y derrotas que hicieron de la Fonteta un templo.

Berni, triple ultimo tiro/Foto: MA Polo

La remontada que cierra un ciclo

El último cuarto comenzó con el equipo local nueve abajo, 62-71. Pero, como tantas otras veces, Valencia Basket tiró de épica para lograr su última remontada en la Fonteta.

Van Rossom, Sato, Hopkins, Luengo, Dubljevic y un Berni inmenso firmaron los últimos puntos de la historia del pabellón, con un triple para sellar la victoria 84-83. El último tiro de Fran Vázquez no entró y la Fonteta explotó de alegría y melancolía. Era la última vez.

Quinteto para la eternidad

El cinco inicial reunió a Rodilla, Rafa Martínez, Luengo, Van Rossom y Dubljevic. También se sumó Serhiy Lischuk, que llegó por sorpresa, se cambió a toda prisa y jugó unos minutos. Su apellido sigue ligado al club: su hija es una de las grandes promesas de la cantera.

/Foto: MA Polo

Dos equipos llenos de historia

Rubén Burgos contó con Berni Álvarez, Barros, Claver, Coterón, Dubljevic, Anna Gómez, Hopkins, Luengo, Rafa Martínez, Leles Muñoz, Lischuk, Oberto, Begoña Pallardó, Rodilla, San Emeterio, Sato y Van Rossom.

Anna Montañana dirigió a Lucio Angulo, Javier Beirán, Calderón, Colom, Ferragut, Carlos Jiménez, Rafa Jofresa, Paraíso, Alfonso Reyes, Pau Ribas, Amaya Valdemoro, Fran Vázquez, Guillem Vives y Hernández-Sonseca.

/Foto: MA Polo

La Fonteta dice adiós, pero el sentimiento sigue vivo

La Fonteta vivió su última tarde de gloria con una victoria que supo a despedida y a gratitud. Porque esta historia no termina aquí. Se traslada unos metros, al Roig Arena, donde continuará latiendo un sentimiento que no entiende de canchas, solo de corazones que laten al unísono.

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