Seis hornos artesanos de Albal, Benetússer, Catarroja, Picanya, Torrent y la pedanía de Castellar-L'Oliveral en la ciudad de València, -alguno con más de 250 años de historia- han logrado reabrir sus establecimientos tras la devastación de la dana gracias al proyecto 'Renacer Panadero'.
La reapertura de estos establecimientos es "un impulso a la generación de empleo, ofreciendo una oportunidad formativa y laboral a colectivos en riesgo de exclusión", destacan los responsables del programa de ayuda.
Estos negocios familiares, ubicados en los municipios de Albal, Benetússer, Catarroja, Picanya, Torrent y Valencia (Castellar-L'Oliveral), vivieron la pérdida de sus instalaciones a causa de la dana tras años de historia y generaciones dedicadas a este oficio. Ahora, más de seis meses después, poco a poco, recuperan la normalidad.
Con motivo de estas reaperturas, y para visibilizar el recorrido de la reconstrucción, la ONG Cesal lanza una serie audiovisual para dar a conocer la historia de estos establecimientos y su situación meses después de las pérdidas sufridas.
La entidad trabaja de manera coordinada con el Gremio para dar una respuesta a las necesidades de los hornos afectados, mientras desarrollan proyectos conjuntos de formación e inserción sociolaboral para colectivos vulnerables.
Según ha explicado el director general de Cesal, Pablo Llano, "la relación entre el Gremio y Cesal nace de dos necesidades: un relevo generacional para los hornos de panadería y un oficio para numerosas personas en riesgo de exclusión. Así, pusimos en marcha, con grandes resultados, programas de formación e inserción laboral. Al poco tiempo de comenzar con esta iniciativa, llegó la dana y sus consecuencias devastadoras en numerosos establecimientos pusieron en riesgo la historia y el futuro de numerosas personas. Por ello, nos pusimos en marcha para recuperar sus negocios, que ofrecen un servicio fundamental a la sociedad, a la vez que generan puestos de trabajo",
La serie audiovisual recoge tres historias de familias panaderas con varias generaciones en el oficio y que se han visto afectadas por la dana. "Queremos dar voz a los protagonistas para que sean quienes trasladen el recorrido que están llevando a cabo, volver a colocar la reconstrucción en la conversación pública, porque queda mucho por delante y no podemos dejar a nadie atrás", completa Llano.
Por su parte, la secretaria general del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, Laura de Juan, ha destacado que, para el Gremio, la recuperación de los hornos artesanos afectados por la dana ha sido una prioridad desde el primer momento.
"Hablamos de negocios con décadas, incluso siglos de historia, que no solo representan un oficio, sino también un arraigo profundo con sus barrios y sus vecinos. No podíamos permitir que este patrimonio desapareciera. Por eso, hemos trabajado codo con codo con Cesal y la Fundación Mapfre para devolverles la esperanza y ayudarles a reemprender su actividad", expone.
"El proyecto 'Renacer Panadero' no solo ha permitido reabrir hornos emblemáticos, sino que también ha dado una nueva oportunidad a muchas personas que encuentran en la panadería un futuro profesional", ha subrayado Laura de Juan.
La directora general de Fundación Mapfre, Elvira Vega, ha manifestado su satisfacción en colaborar con este proyecto de recuperación del tejido económico y social de los pueblos más afectados dando además oportunidad a la inserción social y laboral de colectivos de jóvenes en situación de vulnerabilidad de la zona.
La reconstrucción, la adquisición de maquinaria y puesta en marcha de las panaderías ya ve sus primeros resultados con hornos emblemáticos como Forn Baixauli, en Picanya, una panadería fundada en 1745. Un negocio familiar que ya se encuentra en su octava generación que, pocos meses de tomar las riendas del negocio, vio cómo la dana destrozaba sus instalaciones.
También es histórica la Pastelería Galán, que ya se encuentra en pleno funcionamiento en la localidad de Albal. Un negocio familiar que ha crecido ofreciendo sus servicios desde 1972, cuando el municipio apenas tenía 7.000 habitantes, hasta la actualidad, en que supera los 17.000.
Mientras tanto, otros confían en que su momento llegue cuanto antes. Es el caso del Horno Pastelería Montoro Raimundo, en Benetússer. La noche del 29O, su establecimiento fue destrozado por las corrientes de agua, llegando las marcas de barro hasta los dos metros, con tanta fuerza que arrastró toda la maquinaria.
Esta situación pone en valor la importancia de las panaderías con horno artesanal: el vecindario acudía a ellas, impaciente, esperando la apertura para poder volver a tener sus elaboraciones, el pan del día a día y tantos otros productos. Una tradición generacional que ahora, gracias a esta sinergia, recibe a nuevas personas trabajadoras procedentes de colectivos vulnerables que encuentran un futuro en este oficio histórico.
Proyecto Renacer Panadero
Tras las inundaciones de octubre de 2024, la ONG Cesal puso en marcha acciones inmediatas para atender a la emergencia. Una actividad coordinada con las autoridades y Servicios Sociales para dar una respuesta efectiva en materia de alimentación y acompañamiento personal a las personas afectadas, así como apoyo al voluntariado.
Durante los tres meses posteriores a la dana, diariamente se repartieron 200 raciones de comida de lunes a viernes en los municipios de Paiporta y Catarroja, especialmente a personas con movilidad reducida y de la tercera edad.
La ayuda que se amplió en el tiempo, ofreciendo, también, acciones de trabajo comunitario, como acompañamiento integral con atenciones psicológicas, jurídicas y de empleo, entre otras.
Restablecidos los servicios básicos, muchas familias se pusieron en marcha para seguir adelante y recuperar cuanto antes sus negocios. Cesal y el Gremio, quienes ya colaboraban realizando cursos de formación para la inserción sociolaboral de colectivos vulnerables, se unieron para ayudar a estos negocios que ofrecen productos esenciales como el pan.
La colaboración continúa en la actualidad con el proyecto Renacer Panadero y otras iniciativas conjuntas con la delegación de la ONG Cesal en la Comunitat Valenciana, que trabaja en este y otros ámbitos para la inserción sociolaboral, intermediación social y acompañamiento de personas y colectivos vulnerables.