En un entorno empresarial tan competitivo como el actual, proteger la información estratégica y confidencial se ha convertido en una necesidad prioritaria para cualquier negocio. De hecho, los secretos de empresa, han pasado a convertirse en un pilar fundamental que puede marcar la diferencia.
Desde bases de datos de clientes hasta fórmulas de productos, procesos internos o estrategias comerciales, la fuga o uso indebido de esa información puede suponer un daño enorme para la empresa.
En este artículo queremos compartir contigo qué circunstancias pueden convertirse en delito. Por un lado, para ofrecerte consejos prácticos sobre cómo proteger eficazmente tu información valiosa frente a amenazas externas. Pero también para detectar si se está cometiendo algún delito en contra de tu negocio.
¿Qué son los secretos de empresa?
Un secreto empresarial es cualquier tipo de información que una empresa mantiene confidencial y que le proporciona una ventaja competitiva en el mercado.
Esta información puede ser de naturaleza técnica, como fórmulas, procesos de fabricación, métodos de producción o algoritmos informáticos. También puede ser de carácter comercial, como estrategias de marketing, planes de negocio, listas de clientes, proveedores y acuerdos contractuales.
En esencia, cualquier información que no sea de conocimiento público y que tenga un valor económico por su carácter secreto puede considerarse un secreto empresarial.
¿Cómo se protege legalmente un secreto empresarial?
En España, los secretos de empresa están protegidos tanto por la Ley de Secretos Empresariales (Ley 1/2019, de 20 de febrero) como, en casos más graves, por el Código Penal.
La ley permite a las empresas tomar acciones legales civiles o mercantiles contra quienes obtengan, utilicen o divulguen un secreto empresarial sin autorización. Algunas de las medidas que pueden solicitarse son:
- Cese del uso ilícito de la información.
- Indemnización por daños y perjuicios.
- Destrucción o devolución de los soportes donde se contenga el secreto.
- Medidas cautelares urgentes para evitar daños mayores.
¿Cuándo se convierte en delito la revelación de secretos?
Además de las vías civiles, existen supuestos en los que la revelación de un secreto empresarial puede constituir un delito penal, tipificado en los artículos 278 a 280 del Código Penal.
Formas más comunes en los que los secretos empresariales pueden convertirse en delito:
- Robo o apropiación: Este tipo de delito ocurre cuando una persona, ya sea un empleado, un competidor o un tercero, obtiene acceso a información confidencial de manera ilícita. Esto puede incluir hackear sistemas informáticos, sobornar empleados para que revelen información o incluso robar documentos físicos que contienen secretos empresariales.
- Violar acuerdos de confidencialidad: Las empresas a menudo firman acuerdos de no divulgación (NDA) con empleados, socios comerciales y proveedores para asegurar la protección de su información confidencial. La violación de estos acuerdos, ya sea por revelar información a competidores o por utilizar la información para beneficio personal, puede resultar en acciones legales por incumplimiento de contrato y daños y perjuicios.
Además, la divulgación accidental de secretos empresariales también puede tener repercusiones legales. Si una empresa no implementa medidas adecuadas para proteger su información confidencial y esta información se filtra accidentalmente, la empresa puede enfrentar demandas por negligencia. Por ejemplo, si una empresa no encripta adecuadamente sus datos y estos son accesibles a través de una brecha de seguridad, los afectados por la divulgación de la información pueden demandar a la empresa por no proteger adecuadamente sus secretos empresariales.
¿Qué debe hacer una empresa para proteger sus secretos?
No basta con tener información valiosa: es imprescindible demostrar que la empresa ha adoptado medidas razonables para mantenerla en secreto. Algunas recomendaciones básicas:
- Incluir cláusulas de confidencialidad en contratos laborales y comerciales.
- Limitar el acceso a la información sensible solo a las personas que realmente la necesiten.
- Registrar y documentar internamente qué información se considera confidencial.
- Establecer protocolos claros de uso y almacenamiento de los datos protegidos.
- Formar e informar al personal sobre la importancia del cumplimiento de estas medidas.
Por eso, la protección de los secretos empresariales requiere una combinación de medidas legales, técnicas y organizativas. Las empresas deben implementar una estrategia integral que incluya la identificación y clasificación de la información confidencial, la adopción de políticas de confidencialidad, la firma de acuerdos de confidencialidad y la implementación de medidas de seguridad informática. Estas medidas pueden ayudar a las empresas a proteger su información confidencial y evitar las graves consecuencias de una violación de los secretos empresariales.
De hecho, una empresa que no protege su información no solo se expone a perder una ventaja competitiva, sino que puede tener más dificultades para reclamar si se produce una filtración.
¿Qué puede hacer una empresa si su secreto ha sido vulnerado?
Si detectas que tu empresa ha sufrido una fuga de un secreto empresarial, lo primero es contar con asesoría legal especializada para ver qué se puede hacer. En Bufete Amorós, expertos en derecho mercantil, podrán valorar si se está ante un ilícito civil o un delito penal.
Una vez se ha determinado este hecho, hay que recopilar las pruebas de la obtención, uso o difusión no autorizada de la información. Solo así podemos iniciar las acciones legales pertinentes, bien por vía civil (para frenar el uso y reclamar daños) o penal (para perseguir el delito).
Incluso, en casos urgentes, solicitar medidas cautelares como el cese inmediato de la actividad, el bloqueo de documentos o la suspensión de contratos.
Cuanto antes se actúe, mayores serán las posibilidades de proteger el valor de la información y minimizar el daño.
Como hemos visto, los secretos de empresa son un activo estratégico clave para cualquier compañía. Su protección no es solo una cuestión de discreción, sino un derecho reconocido por la ley. Cuando un tercero accede o utiliza esa información sin permiso, especialmente con ánimo de lucro o perjuicio, podemos estar ante un delito penal con consecuencias graves.
Si crees que la confidencialidad de tu empresa ha sido vulnerada, o si quieres prevenir posibles riesgos, en Bufete Amorós te ofrecen asesoramiento especializado para proteger lo que hace único tu negocio.