
Balance y respuesta inicial
P- ¿Cómo recuerda aquel día? Seguro que recuerda dónde estaba a las 20:11 horas.
Esa tarde estaba en casa en contacto permanente con Policía Local. Recuerdo la última llamada con el intendente jefe: le pregunté por los túneles, porque se esperaban grandes lluvias y nuestra mayor preocupación siempre está ahí. De repente, una concejala me avisó de que el agua estaba entrando por su calle “como un río”. Abrí el balcón y vi cómo bajaba el agua con una fuerza terrible. En cuestión de minutos los coches comenzaban a flotar, incluido el mío. Cuando sonó el ES-Alert sentí miedo real, porque comprendí que lo peor aún estaba por llegar.
Cuando bajó el nivel del agua salí corriendo para comprobar cómo estaba mi madre. Después fui a la comisaría y ver la planta baja completamente arrasada me derrumbó. Supe entonces que habría fallecidos.
P- ¿Qué medidas de emergencia se pusieron en marcha de forma inmediata y qué valoración hace del dispositivo local?
Activamos el dispositivo habitual para episodios de lluvias fuertes: refuerzo de Policía Local, brigada de obras de guardia y Protección Civil en coordinación constante.
Tras la riada, el CEIP Blasco Ibáñez se convirtió en nuestro primer centro logístico, de atención y hospital de campaña. Al segundo día ya teníamos operativo el Ayuntamiento con luz desde las placas solares y pudimos planificar el despeje de calles para liberar a vecinos atrapados.
P- ¿Cuál fue el principal daño? ¿Qué zonas siguen siendo más vulnerables?

El principal daño fueron las víctimas. En Benetússer todos perdimos algo, pero la pérdida de seres queridos es irreparable.
Las zonas más afectadas fueron la calle Navarro Soler y las avenidas Alfafar y Orba. Hoy la mayor vulnerabilidad está en el alcantarillado, aunque las limpiezas recientes han mejorado mucho la respuesta del sistema.
Ayudas, obras y actuaciones posteriores
P- ¿Qué ayudas han recibido y cómo ha sido la coordinación con otras administraciones?
El Gobierno de España ha concedido 48,7 millones de euros para la reconstrucción en Benetússer desde el Ministerio de Política Territorial y otros 20 millones desde el Ministerio de Transición Ecológica para actuaciones en el alcantarillado.
Además, hemos recibido apoyo en programas juveniles y un plan de empleo especial que ha permitido incorporar a 70 personas al Ayuntamiento.
P- ¿Qué obras se han ejecutado o están en marcha? ¿Qué queda pendiente?
Hasta ahora hemos centrado los esfuerzos en volver a la normalidad: retirada de mobiliario dañado, reparación de aceras y pavimentos, pintura vial y de edificios, y sustitución de señalética.
Estamos gestionando más de 40 proyectos financiados por el Gobierno de España: el primero será la reconstrucción de la comisaría de Policía Local, y después el complejo de piscinas y el pabellón deportivo.
Aprendizajes y planificación futura

Debemos asumir que el cambio climático ha intensificado los episodios de lluvias torrenciales, y que la prevención es imprescindible. Hay que mejorar los protocolos, avisar con más tiempo y proteger mejor las zonas vulnerables.
P- ¿Se han actualizado los planes municipales de emergencia? ¿Recursos suficientes?
Estamos actualizando el Plan Municipal de Emergencias. Seguiremos reforzando los medios y la coordinación institucional.
P- ¿Qué papel ha tenido la ciudadanía en la recuperación?
Fundamental. La primera ayuda llegó de los propios vecinos: cocinas improvisadas, reparto de alimentos, asistencia a mayores, organización espontánea en plena noche. Benetússer demostró ser un gran pueblo.
Mirando hacia adelante
P- ¿Qué hemos aprendido de aquel 29 de octubre?
Que unidos superamos cualquier adversidad. Que debemos ser conscientes de lo que supone vivir en una zona inundable. Y que no podemos repetir errores en urbanismo ni en comunicaciones de emergencia.
P- ¿Qué mensaje quiere trasladar a los vecinos un año después de la DANA?
Quiero agradecer la entereza y solidaridad demostradas. Y compartir un mensaje de esperanza: tenemos por delante el mayor proyecto urbanístico de nuestra historia, casi 70 millones de euros para hacer un municipio más resiliente, accesible y verde. No será un camino fácil, pero Benetússer se levantará más fuerte.















