Bajo dirección, interpretación y adaptación del propio José Sacristán, ‘El hijo de la cómica’, toma la primera parte de la autobiografía del gran director, actor y dramaturgo Fernando Fernán Gómez (llamada ‘El tiempo amarillo’, título a su vez extraído de un poema de Miguel Hernández en cuyas líneas puede leerse “Algún día / se pondrá el tiempo amarillo / sobre mi fotografía”), desde cuyas páginas Sacristán ofrece todo un recital interpretativo asumiendo la voz y la recreación vital de Fernán Gómez desde su infancia hasta su madurez como creador.
Por la escena (minimalista, justa y acertada para el universo narrativo del relato), Sacristán rinde todo un homenaje escarbando en los pasajes del texto, del que extrae una emotiva composición poética y dramática de los inicios como actor de Fernán Gómez sin renunciar (con tejida trama argumental), el complejo mundo de una España descompuesta y empobrecida que golpea cada sector (y rincón), de su sociedad.

Desde ese contexto, dos figuras toman fuerza en la trayectoria del futuro actor, su madre y su abuela. Dos mujeres que distantes en sus miradas sobre el mundo: una madre actriz y de valores monárquicos y una abuela liberal (crítica frente a la opresión y aguda para la supervivencia). Ambas se erigen como referencia en la construcción de su personalidad. El cine, las novelas, las historietas, el teatro…, se instalan en el universo de un joven que, frente a los miedos y los desafíos, inicia sus pasos en el mundo de la escena gracias al esfuerzo y el cariño de sus protectoras.
Podría haber sido fácil caer en la tentativa de crear una apología sobre Fernán Gómez pero, con buen criterio, Sacristán apela al texto dramático (y los recursos del teatro) para crear una atmósfera emotiva sobre la vida de un artista al tiempo que trasmite una sincera fotografía de la España del siglo XX sin caer en sensiblerías.
Magnífico trabajo el desarrollado por Sacristán en cada una de las parcelas de ‘El hijo de la cómica’. Sin duda, Fernán Gómez aplaudirá que la ficción escénica tome cuerpo y voz para narrar el tiempo amarillo que baña sus recuerdos. No se la pierdan y corran al Teatro Olympia.


























