El entrenador de Valencia Basket, Pedro Martínez, valoró con sinceridad el exigente partido ante el Dreamland Gran Canaria, reconociendo el alto nivel del rival especialmente en el arranque.

“Los primeros cinco minutos suyos han sido excelentes, metiendo un triple con falta, triple en el último segundo. Han jugado a un gran nivel. Seguro que lo tenemos que hablar porque nos está pasando a menudo, tenemos que empezar mejor los partidos, pero deberíamos también de, no digo aplaudir, pero como mínimo reconocer el buen juego del rival”.
El técnico explicó cómo ese inicio marcó el desarrollo mental de su equipo durante la primera parte.
“Han hecho una primera parte con buenos porcentajes y jugando muy rápido, moviendo muy rápido el balón, y nosotros estábamos ahí fuera de ritmo. Entonces esto te lleva a que nos volvamos aprensivos. Cuando vas por detrás en el marcador lo ves todo negro”.

Autocrítica: renuncia al tiro y presión autoimpuesta
Pedro Martínez se mostró preocupado por una actitud concreta detectada en su plantilla durante el segundo cuarto.
“Hemos fallado muchos tiros, que incluso ha habido una cosa que ha sido muy preocupante en el segundo cuarto, que hemos renunciado a algunos tiros, porque ya los jugadores estaban notando mucho, y entonces esto casi te diría que esto es lo que menos me ha gustado”.
A su juicio, esta reacción refleja una presión interna que debe corregirse.
“No puedes jugar pensando en lo que te acaba de pasar, porque si no te presionas demasiado. Todo esto ha pasado y es negativo”.
La reacción: un tercer cuarto sobresaliente
Pese a las dificultades iniciales, el técnico quiso poner en valor la respuesta del equipo tras el descanso.
“Vamos a hablar de lo positivo, el equipo ha sido capaz de volver, no ha bajado los brazos, y en la segunda parte, algunos jugadores que en la primera no habían estado bien han mejorado”.
Destacó especialmente el papel de Chris Jones, recién reincorporado al ritmo de competición.
“Chris Jones ha estado mucho tiempo inactivo, esta semana ya ha empezado a entrenar, y está claro que el de la primera parte, pues era la de un jugador sin ritmo, sin confianza, sin el feeling de la competición. Y en la segunda parte ha sido otro”.
Martínez valoró de forma especial la energía y determinación del tercer periodo. “Hemos tenido una muy buena reacción, el tercer cuarto ha sido excelente, 28-12”.

Confianza y perseverancia como camino
El técnico quiso recalcar que un mal inicio no debe determinar la actitud ni el juicio final sobre el rendimiento.
“No todo es ganar, yo soy siempre el que digo eso, pero no nos quedemos tampoco en que porque empecemos mal todo es una mierda. Porque además, como ya dijimos en la previa, los partidos duran 40 minutos, y empezar mal no es lo ideal, pero normalmente va a ser mejor acabar bien que empezar bien”.
Frente a la reiteración de los malos arranques, el entrenador expresó su reflexión: “Ojalá que seamos capaces de iniciar mejor los partidos, pero no tengo muy claro cómo lo vamos a hacer, porque yo creo que los chicos están concentrados. Si empezáramos mal los partidos por dejadez, o por falta de interés, o por pasotismo, pues hombre, eso sería más grave, pero no hay nada de eso”.
En su análisis final, el técnico apuntó con claridad al principal aspecto a corregir: la respuesta emocional del grupo ante la adversidad.
“Lo que me parece peor de mi equipo hoy ha sido cuando hemos jugado un poquito condicionados por los fallos de antes. Esto creo que lo hemos de hablar y hemos de ser capaces de pasar página de los fallos, de los aciertos del rival, y si llevamos 2 de 20 metidas, pues hay que seguir pensando en tirar y jugar con determinación y con decisión”.
Con una frase que resume su mensaje, Martínez cerró su reflexión: “Y si fallamos, pues a defender, no queda otra”.