Valencia Basket alcanza la final con un mensaje que trasciende el baloncesto
El pase a la final de la Liga Endesa no solo supuso un hito deportivo para Valencia Basket, también sirvió como plataforma para una de las ruedas de prensa más humanas de Pedro Martínez al frente del conjunto taronja
Inicio complicado, reacción firme
Pedro Martínez comenzó su valoración reconociendo la superioridad del rival en los primeros compases del partido. “En los primeros 16-17 minutos la agresividad, la defensa, el ritmo, nos han superado”, señaló con honestidad. Valencia Basket se vio desbordado por la energía inicial del Lenovo Tenerife, especialmente en el rebote y en el control del tempo.
A pesar de ello, el técnico destacó el esfuerzo de su plantilla para mantenerse en el encuentro y evitar que la diferencia fuese definitiva antes del descanso: “Ya hemos tenido un buen final de cuarto”.
Fue tras la pausa cuando el equipo reaccionó con contundencia. “En el tercer cuarto hemos estado muy bien, sobre todo metiendo canastas fáciles, corriendo, reboteando muy bien”, explicó el entrenador.
Esa transformación fue el reflejo del trabajo acumulado durante toda la temporada y de una identidad que ha ido consolidándose en los últimos meses. “Creo que ahí fue equivalente a nuestra consistencia de bajo delante”, añadió, refiriéndose al equilibrio ofensivo-defensivo que marcó el rumbo del encuentro.

Un rival respetado y admirado
Lejos de caer en la euforia del triunfo, Martínez mostró un profundo respeto por el equipo de Txus Vidorreta. “Estar contentos por ganar a un muy buen equipo. Somos staff admiradores del juego de Tenerife, de cómo hacen las cosas”, aseguró.
Tenerife, uno de los equipos más sólidos y bien trabajados de la liga, no llegó a esta serie en su mejor momento físico, como reconoció el técnico: “Creo que han llegado, sobre todo con la baja de Guerra, y pues no han llegado a su mejor momento físico. Pero, bueno, felicitarles enormemente”.
Este tipo de declaraciones refuerzan el estilo de liderazgo de Pedro Martínez, basado no solo en la exigencia y el rendimiento, sino en la ética profesional y el respeto al adversario como parte del valor del juego.
Una dedicatoria desde el corazón
El momento más especial de la intervención de Pedro Martínez llegó cuando dejó a un lado lo estrictamente deportivo y habló desde lo personal. “La mayoría del staff técnico es gente de Valencia y estaban emocionados un poco por el año que ha habido”, confesó.
Con esa frase abría una reflexión profunda sobre el papel del deporte en contextos sociales complejos. “Cuando pasó la Dana, decíamos: bueno, no podemos hacer nada, pero sí podemos representar a la gente que lo está pasando mal”, recordó, en alusión a las fuertes lluvias y a los episodios de emergencia que afectaron a miles de personas en la región en los últimos meses.
Lejos de hacer del éxito una celebración meramente interna, el técnico quiso proyectarlo hacia quienes todavía arrastran las consecuencias de la catástrofe: “Le dedicamos a nuestros aficionados y, sobre todo, a la gente que sufrió y todavía sigue sufriendo toda la desgracia que pasó. Creo que es un buen momento, ahora que estamos disfrutando de un pequeño éxito deportivo, para acordarnos de ellos”.

Valencia Basket, una familia que representa a su tierra
La emoción compartida por el cuerpo técnico no es casual. Este equipo, como remarcó el entrenador, está conformado por muchos profesionales valencianos que sienten el club como algo más que una camiseta.
Desde el primer día de pretemporada, Pedro Martínez ha insistido en la idea de que el Valencia Basket debía ser algo más que un conjunto competitivo: debía tener alma, propósito y conexión con su gente.
El camino a la final —construido desde la defensa, la solidaridad y el esfuerzo colectivo— es también el resultado de esa visión compartida.

Pedro Martínez, la voz de la sensatez y la conciencia
En un baloncesto cada vez más devorado por la inmediatez y el resultado, Pedro Martínez sigue siendo una excepción.
Su forma de entender el deporte no se limita a la estrategia o la gestión del vestuario.
Con su mensaje, recordó que el éxito no está completo si no se comparte, si no se convierte en una oportunidad para unir, visibilizar y agradecer.
Así, el Valencia Basket no solo jugará una final. También representará a una ciudad y a una comunidad que ha sabido levantarse, resistir y volver a creer. Y lo hará con un equipo que ha demostrado estar a la altura, en la pista y fuera de ella.