El técnico taronja destaca la dureza defensiva del partido, el papel decisivo de la afición y el equilibrio emocional tras un final a cara o cruz
Un partido decidido en la trinchera defensiva
Pedro Martínez analizó la victoria ante Estrella Roja subrayando que la clave estuvo en el trabajo defensivo de ambos equipos. Para el técnico, el encuentro se desarrolló bajo una intensidad propia de un duelo de alto nivel.
“Yo creo que la defensa de los dos equipos ha sido clave. La suya, llevándonos y retrasándonos totalmente, sacándonos del ritmo con la defensa de cambios, que la hemos atacado mal más veces que bien. Algunas veces bien también, porque hemos conseguido algún tiro fácil y algún rebote ofensivo, pero sí que nos ha sacado del ritmo.”
El entrenador destacó que la segunda mitad se convirtió en un ejercicio de resistencia: “Al final la segunda parte ha sido mucho bajar al barro. Hemos estado mejor en defensa y, en los últimos cuatro o cinco minutos, en este tipo de partidos igualados, sale la personalidad de los jugadores. Casi fuera de sistemas: acciones ganadoras, defensas ganadoras.”
La cara y la cruz de los finales apretados
Martínez insistió en que este tipo de desenlaces son imprevisibles y no deben alterar la estabilidad emocional del grupo.
“Hoy ha salido cara. La semana pasada salió cruz y éramos más o menos los mismos. Todo va como va. Muy contentos por la victoria, pero equilibrado con lo tristes que estábamos la semana pasada. Estábamos fastidiados en París, pero tampoco nos estábamos cortando las venas.”
Desde su punto de vista, no se trata de victorias que “valen doble” ni marcan un punto de inflexión: “No lo creo. Hay que estar lo más tranquilos posible. Son finales 50-50. A veces estás en dinámica buena y te vas al 60. Hemos de seguir nuestro camino y no echar las campanas al vuelo.”
Reconocimiento expreso a la afición y al ambiente del Roig Arena
El entrenador dedicó un mensaje especial al papel del Roig Arena como fortín emocional y deportivo.
“Cada vez que vemos que el Roig Arena está como hoy es muy bueno para el equipo y para el club. Nos sentimos muy reconfortados y muy a gusto cuando vemos que nuestra afición está a nuestro lado y que tenemos la sensación de que les gusta lo que ven, más allá de ganar o perder.”
Martínez recordó que el club le pidió construir un proyecto reconocible y ambicioso: “En mi primera conversación con el director general y el director técnico me dijeron que debíamos hacer un proyecto para cumplir un papel muy grande, y que no era fácil. Tener jugadores que a la gente le gusten, jugar de forma dinámica y que la gente se sienta representada.”
Incluso en caso de derrota, insistió en que el público valora el esfuerzo: “Si hoy hubiésemos perdido, nuestros aficionados estarían disgustados por el resultado, pero igual de contentos por el esfuerzo y la mentalidad de los chicos.”
Un final de partido de alta tensión y personalidad
Martínez destacó que los últimos minutos fueron un ejercicio de carácter:
“Ha habido ataques ganadores de Kameron Taylor, de Omari Moore… Hay que estar contentos de la personalidad de los jugadores, del esfuerzo físico y del trabajo defensivo, sobre todo en los últimos doce o trece minutos.”
El técnico describió un encuentro que cambió radicalmente de perfil tras un primer cuarto ofensivo y vistoso:
“El primer cuarto ha sido muy bonito, con mucho ritmo, buenos porcentajes y pocas pérdidas. Después, los equipos adaptan sus tácticas, no te dejan jugar cómodo y el partido va donde va. En el final del tercer cuarto y el último, cada canasta costaba muchísimo.”
Mirada puesta en Granada y en la capacidad de recuperación
Con poco tiempo para recuperar sensaciones antes del próximo partido, el entrenador alertó de la dificultad de recomponerse físicamente y emocionalmente tras encuentros tan intensos:
“Cuesta mucho dormir después de estos partidos y eso se suma al desgaste físico. Granada vendrá preparado y tranquilo, y nosotros debemos intentar recuperarnos lo máximo posible. Físicamente no será al 100%, pero mentalmente sí hemos de hacerlo.”
