Pedro Martínez: entre el respeto al rival y la indignación por el arbitraje

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Valencia Basket entregó su alma en la pista del Movistar Arena, firmando una actuación digna de final. Pero el resultado no les acompañó

Tras una prórroga llena de tensión, rebotes ofensivos y triples decisivos, el Real Madrid se impuso y colocó el 2-0 en la serie. Al finalizar el encuentro, Pedro Martínez no se mordió la lengua. Mostró respeto por el rival, pero también elevó una denuncia clara sobre un arbitraje que considera determinante.

Un técnico herido por la injusticia

“Estoy un poquito quemado con determinadas acciones que han pasado en el partido”, afirmó el técnico taronja nada más sentarse en la sala de prensa. Sus palabras, lejos de ser un desahogo emocional, destilaban análisis y experiencia.

Pedro Martínez centró su crítica en el tramo final del último cuarto, donde, con el partido colgando de un hilo, dos decisiones arbitrales influyeron directamente en el desenlace: un tapón de Tavares a Montero no señalado como interferencia y una falta previa a un triple de Brancou Badio que invalidó la jugada.

La jugada que no se quiso mirar

“Ninguno de los tres árbitros ha pitado para ir a revisarlo. Y, claro, si no pitan, no se puede revisar. Son árbitros muy expertos, que saben cuándo sí y cuándo no se puede ir a revisar”, explicó, visiblemente frustrado.

Pedro hacía referencia a la acción a falta de poco más de un minuto, cuando Jean Montero superó a Tavares y lanzó una bandeja que, tras tocar el tablero, fue taponada por el pívot blanco. Según el reglamento, esa acción debe considerarse interferencia si el balón ha tocado el cristal antes del tapón. Pero la jugada no fue ni sancionada ni revisada.

Pedro Martínez /Foto ACB. David Grau

Una reflexión que va más allá del momento

Lejos de quedarse en la queja puntual, el entrenador catalán pidió que el análisis sea profundo y compartido por todos: “Nosotros en el bus analizamos el partido y espero que los otros estamentos de la liga también lo hagan. No para que digan ha habido seis y cuatro acciones mejorables. Que hagan un análisis personal”.

La exigencia de Pedro no se dirige solo a una revisión de lo ocurrido, sino a una mejora de los mecanismos que, en partidos de tal magnitud, deberían garantizar justicia competitiva. “Que lo analicen y que mejoren, no el año que viene, sino el próximo partido”, reclamó con vehemencia.

Pedro Martínez /Foto ACB. David Grau

El reconocimiento al rival: entre líneas, la altura del deporte

Pese a todo, el técnico no quiso empañar el valor del rival. Fue firme en la crítica, pero justo en el reconocimiento: “Los jugadores del Madrid son muy buenos y no quiero quitarles ni un ápice de mérito, ni de cómo han levantado el partido. Son el mejor equipo de la Liga y lo han demostrado, pero una cosa no quita la otra”.

La victoria blanca, en sus palabras, no pierde legitimidad por las decisiones arbitrales, pero sí se ve matizada por un contexto que dejó al Valencia Basket sin respuesta ante una injusticia técnica.

El grito contenido que se desborda en el túnel

La tensión estalló tras el pitido final. Pedro Martínez, que había contenido su rabia durante el partido, acompañó al trío arbitral hacia los vestuarios y no dudó en expresarles su opinión de forma airada: “No me jodas eh, es una final, es una final”, se le escuchó gritar, encarnando la frustración de su equipo y de la afición taronja.

No fue la primera vez que el técnico vivía una situación así en estos playoffs. Ya ocurrió algo similar en la serie ante Unicaja, donde Ibon Navarro acabó también indignado. Pero ahora, en la gran final, el eco de la protesta resuena con más fuerza.

Pedro Martínez /Foto: MA Polo

Una llamada al respeto mutuo y la profesionalidad compartida

Pedro Martínez cerró su intervención con una frase que va más allá de la anécdota y alcanza lo institucional: “Que lo hagan todos los estamentos. Todos somos profesionales. Parece que solo lo son algunos”.

Ahí quedó resumida su mirada: el baloncesto de élite exige excelencia, no solo de jugadores y entrenadores, sino también de quienes tienen en sus manos la aplicación del reglamento.

Una Fonteta que será juez y parte

El próximo partido será en La Fonteta, donde el Valencia Basket necesita dos victorias seguidas para volver a Madrid con opciones de título. Pero más allá del resultado, Pedro Martínez ha dejado sobre la mesa una cuestión mayor: la necesidad de que el baloncesto se juegue a cinco contra cinco. Ni uno más. Ni uno menos.

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