Nos acercamos una de las efemérides más tristes de nuestra historia democrática y que marcaron profundamente a la sociedad española, el 13 de julio 1997 a las 5:00 de la madrugada fallecía Miguel Ángel Blanco, con tan solo 29 años, asesinado por la banda terrorista ETA después de haberlo tenido secuestrado durante dos días.

La crueldad extrema de cómo los asesinos habían tratado a Miguel Ángel fue tal que tenía sucos de lágrimas marcados en el rostro porque había estado llorando agónicamente esperando su fatal destino, este hecho sumado a la conmoción general por la cobardía e inmisericordia mostrada por los etarras que le dieron dos tiros en la cabeza a bocajarro por la espalda dejándolo en un descampado motivó que toda España se alzara al grito de “¡Basta ya!” cansada del terror de la banda terrorista ETA.
Miguel Ángel fue un joven comprometido que decidió dar el paso de militar en el Partido Popular del País Vasco con la única aspiración de trabajar por los vecinos de su pueblo, Ermua, dando la cara por la defensa de la libertad y la justicia en una tierra marcada por el miedo y la amenaza de la barbarie etarra. Era una persona de lo más normal, humilde con una vida muy sencilla al que le gustaba salir con sus amigos y que pertenecía a un grupo llamado Póker en el que tocaba la batería, solo un odio exacerbado pudo ver en Miguel Ángel un enemigo al que eliminar.
Si los etarras pretendían que los españoles se arrodillasen ante su fanatismo por su vil acto consiguieron todo lo contrario, nació el Espíritu de Ermua, millones de personas salieron a la calle en todas las ciudades de España cansadas del terror etarra repudiando las tácticas terroristas de una banda que quedo retratada como cobarde, cruel e injustificable al asesinar a un joven cuyo único pecado era militar en un partido político.
Desde que empecé a militar en mi formación política siempre tuve de referente a Miguel Ángel Blanco como ejemplo de entrega y pasión en la defensa de unas ideas determinas sin temor a las represalias, es un faro moral que me guía en mi acción y cuya historia me ha marcado profundamente.
Creo que España tiene una deuda histórica con la memoria de Miguel Ángel Blanco, dejar que cayese en el olvido el martirio que se vio obligado a sufrir hace no tanto tiempo serio deshonroso para nuestra sociedad, es nuestra obligación moral que desde las instituciones se refuercen los homenajes a los héroes caídos por la barbarie etarra de una manera trasversal y con una presencia preeminente en el ámbito educativo para que las nuevas generaciones conozcan la historia reciente y el precio que se ha pagado para vivir en paz.
Yo, desde mi humilde posición, quiero honrar la memoria y dignidad de Miguel Ángel Blanco, el joven concejal que ejerció su libertad hasta el final, cuyo sacrificio unió a toda una nación hastiada que anhelaba vivir en paz.
Por mi parte haré todo lo posible para que su legado perdure en el tiempo y que siga siendo el faro de una juventud comprometida con los valores de la libertad, justicia, democracia y unidad de la nación española. Miguel Ángel no te olvidamos ni lo haremos nunca.
[ Marcos Campos | Concejal Partido Popular en Burjassot | @marcoscampos92 ]


















