El atronador silencio de Amparo Orts

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Así puede definirse: atronador. Porque, en muchas ocasiones, los silencios hablan más que las palabras y, en esta, lo hacen con especial estruendo.

incidente fiestas MoncadaTodos hemos visto los vídeos del concejal de Fiestas y Seguridad Ciudadana, Martín Pérez Aranda, pareja sentimental de la alcaldesa. Imágenes vergonzosas: sobre el escenario del Moncadance Festival de Moncada haciendo cortes de manga, encarando a adolescentes y, finalmente, lanzándose con los pies por delante hacia el público, en actitud agresiva, como si de una película de artes marciales se tratara.

Lo hemos visto en prensa escrita, radio y televisiones nacionales —La Sexta, Telecinco, Antena 3, Cuatro…—. Moncada ha sido portada para mal, única y exclusivamente por el comportamiento de su concejal de Fiestas y Seguridad Ciudadana.

Y con estos amigos, ¿para qué queremos enemigos? Nuestro concejal de Seguridad enfrentándose a los jóvenes que asisten a un concierto. Todo un ejemplo —ironía aparte— de lo que debe ser un representante público.

Conviene recordar que ser concejal de Policía no convierte a nadie en miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad, ni del Estado ni del municipio. La coerción sobre las personas está reservada a dichos cuerpos. Un cargo público debe dar ejemplo, no vergüenza. Y eso es exactamente lo que ha sucedido: vergüenza.

Pero si esto ya es grave, más lo son los silencios y las cortinas de humo. Puede ocurrir que un municipio tenga un concejal que no esté a la altura de las expectativas de la ciudadanía. Lo inaceptable es que sus dirigentes no condenen con contundencia este tipo de conductas.

Hasta la fecha, el propio concejal emitió un comunicado escueto pidiendo disculpas, pero sin dimitir ni asumir responsabilidades. El PSOE, por su parte, ha dejado en manos del partido local la decisión sobre su futuro (lo de “señor” es un decir). Y el Partido Socialista de Moncada… silencio absoluto.

Desde el 6 de septiembre, ni el partido ni la alcaldesa han dicho nada. Incluso la señora Orts se ocultó tras la sacristía de la iglesia de San Jaime para evitar a los medios. ¿Será porque es su pareja? ¿Será porque es de su partido? ¿Será porque peligra el pacto de gobierno? Sea cual sea la razón, su silencio es atronador. Y, lo que es peor, cómplice: ni le ha pedido la dimisión ni le ha retirado competencias. Es, por tanto, corresponsable directa.

¿Y qué hay de Compromís, socio de gobierno? Silencio también. Se limitaron a un brevísimo comunicado condenando la violencia y nada más. ¿Han exigido responsabilidades? No. ¿Han pedido la dimisión o cese del concejal violento? Tampoco.

La explicación es clara: dentro de pocos meses hay que hacer el cambio de alcaldía y no quieren arriesgar el pacto que permita al señor Gonzalvo ser alcalde. Para eso necesitan todos los votos del PSOE, incluido el del señor Pérez. El interés particular, una vez más, por encima del general.

Quien no lo crea, que se haga esta pregunta: si el agresor hubiera sido un concejal de la oposición, ¿cuánto habrían tardado en exigir su cese inmediato? Exacto. La hipocresía de exigir a los demás lo que no se aplica a uno mismo.

Y lo peor es que no es la primera vez. Llueve sobre mojado. Las reiteradas salidas de tono del señor Pérez parecen confirmar que considera nuestro municipio su cortijo y él mismo su sheriff.

Jesús Gimeno | concejal Ayuntamiento de Moncada por Ciudadanos | @jgimenocs ]

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