Bioparc Valencia ha acogido el nacimiento de dos facóqueros, el conocido ‘Pumba’, de la pareja formada por Zacarías y Kwini, según ha informado el parque en un comunicado.
La ampliación de la familia de facóqueros (Phacochoerus africanus) se produce en el seno del programa internacional de conservación de este mamífero en el que está implicado Bioparc Valencia con el objetivo de garantizar su supervivencia con una cría controlada científicamente.
Una vez más, su inclusión en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), por el momento con ‘Preocupación menor’, alerta de la disminución de su población en sus hábitats naturales.
Las amenazas que enfrenta son eventos climáticos extremos como las sequías, así como enfermedades y depredadores. El compromiso del parque con la preservación del también conocido como jabalí verrugoso comenzó desde los inicios de Bioparc hace ya 17 años y en diciembre de 2023 nacieron las anteriores crías que, una vez adultas, han sido trasladadas a otros parques europeos siguiendo las recomendaciones de especialistas de su programa de preservación.
Las atenciones para garantizar el bienestar de estos animales han sido «máximas» y el equipo de cuidado animal ha hecho un seguimiento del embarazo y ha trasladado a la pareja al habitáculo interior especialmente adaptado cuando se acercaba el fin de la gestación, han indicado las mismas fuentes.
Se ha aclimatado a la temperatura adecuada para su comodidad y la de las crías. Asimismo, se ha colocado un sustrato de paja, a fin de crear un entorno acogedor y mullido para los más pequeños.
Actualmente ya se puede ver al macho en la zona que reproduce un enorme termitero a tamaño real, donde se puede igualmente descubrir la interesantísima vida de la sabana subterránea. Durante estos primeros días la hembra permanece con las crías en el recinto interno para favorecer su óptimo desarrollo y priorizar su confort, ya que al no tener pelo necesitan estar protegidas del frío.
En Bioparc se recrea su comportamiento natural y comparten espacio con los oricteropos, al ser los animales nocturnos y los facóqueros, diurnos. Como ocurre en estos ecosistemas, por las noches aprovechan las madrigueras de los cerdos hormigueros para mantener un ambiente cálido, refugiarse de depredadores y parir cuando llega el momento.