El Ayuntamiento de València ha decidido modificar la Ordenanza de Limpieza de la ciudad y endurecer las sanciones por comportamientos incívicos que la ensucien con multas que oscilan entre los 750 y los 3.000 euros. Escupir o hacer necesidades fisiológicas en la calle tendrá la máxima penalización, a la que también se puede llegar al abandonar basura o escombros y al depositar en las papeleras residuos domiciliarios, comerciales o elementos voluminosos.
La Junta de Gobierno Local del consistorio ha acordado este viernes 21 de noviembre iniciar el trámite para modificar la Ordenanza de Limpieza y adaptarla a la normativa estatal y autonómica, incluir nuevas infracciones e incrementar las sanciones de las actuaciones que más ensucian la calle. En el documento se incluyen nuevas prohibiciones que no estaban recogidas expresamente en la normativa actual.
Así lo ha indicado el concejal de Limpieza y Recogida de Residuos, Carlos Mundina, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Local. El edil ha apuntado que a partir de ahora, la ordenanza deberá cumplir el trámite de exposición pública y pasar por el pleno para su aprobación definitiva.
Las sanciones que se recogen contemplan castigar a quienes abandonen basura y residuos en los espacios públicos con hasta 3.000 euros, así como a las personas que tiren residuos de pequeño tamaño como colillas, cáscaras, chicles o papeles fuera de papeleras o contenedores con hasta 1.500 euros. Además, se multará por depositar en las papeleras los residuos domiciliarios o comerciales y elementos voluminosos con hasta 3.000 euros.
La nueva ordenanza plantee sanciones por escupir o satisfacer las necesidades fisiológicas en la vía pública con hasta 3.000 euros; por hacer pintadas en las paredes y elementos verticales y horizontales de elementos protegidos patrimonialmente, también con hasta 3.000 euros; y no retirar los escombros de obras en vía pública con consecuencias graves para el entorno con hasta 1.500 euros.
El acuerdo adoptado en la Junta de Gobierno Local recoge, asimismo, la modificación de los artículos sobre obligaciones específicas, "que tampoco estaban incluidas expresamente en la ordenanza actual". Así, se incluyen la obligación de recoger y limpiar los orines y excrementos de los animales por parte de sus propietarios o portadores y la aplicación de sanciones de hasta 1.500 euros si no se hace.
A esto se suma la necesidad de limpiar después de la organización de actos públicos como verbenas, usar correctamente los contenedores metálicos para cenizas, e instalar papeleras o contenedores en los puestos eventuales de venta de comida. El consistorio ha precisado que estas son obligaciones ya recogidas en el bando de Fallas.
Separar residuos
La ordenanza remarca que a partir de ahora es necesario separar los residuos en origen y fomenta la separación de restos y el reciclaje.
De este modo, el Ayuntamiento precisa que no está permitido depositar o abandonar residuos domiciliarios fuera de los contenedores --en este caso se plantean multas de hasta 3.000 euros--, no abandonar escombros, palés o residuos industriales en la vía pública o junto a los contenedores --frente a esas conductas también se prevén multas de hasta 3.000 euros--.
También se sancionará por extraer, revolver o recoger residuos de los contenedores o por manipular o desplazar contenedores, ha añadido Mundina.
Puerta a puerta
El concejal ha aludido al servicio de recogida puerta a puerta que el Ayuntamiento ofrece para los comercios en las zonas de gran concentración de tiendas. Esta es una prestación gratuita, pero también obligatoria, dado que estos establecimientos no pueden emplear los contenedores ubicados en vía pública para tirar los restos de su actividad comercial. Pueden ser sancionados con un máximo de 1.500 euros si no cumplen lo establecido.
La administración local ha precisado que si algún establecimiento renunciara al uso de este servicio, deberá contratar un gestor autorizado para la retirada de sus residuos. Los comerciantes adheridos al servicio puerta a puerta deberán doblar los envoltorios de papel y cartón y guardarlos en su establecimiento hasta que pase el camión que los retira en los horarios indicados por el Ayuntamiento.
"Concienciar"
El titular de Limpieza y Recogida de Residuos ha afirmado que se pretende "concienciar en el respeto al medio ambiente, a la salubridad pública y al adorno público que deben tener las ciudades", dado que "el público es un espacio que compartimos y que todos debemos respetar". Mundina ha subrayado: "También es la imagen que proyectamos de nuestra ciudad".
El edil ha manifestado que se han "tipificado como muy graves lo que son cuestiones de educación como escupir en la vía pública o realizar las necesidades en la vía pública". El edil ha insistido: "Además de una falta de respeto al resto de ciudadanos, es una acción muy grave y puede llevar aparejada una multa de 3.000 euros".
Carlos Mundina ha resaltado también la necesidad de cuidar y conservar el patrimonio. Mundina ha detallado: "Toda clase de pintadas o grafitis sobre bienes inmuebles con un nivel de protección regulado en la ley valenciana será una infracción muy grave y se sancionará con multas de hasta 3.000 euros".
"En lugar de bonificar a quienes lo hacen bien"
Desde la oposición en el consistorio, el concejal de Compromís Sergi Campillo, ha lamentado que "en lugar de bonificar a quienes lo hacen bien", el equipo de gobierno de la ciudad, presidido por María José Catalá (PP) y formado por PP y Vox, "solo quiere freír a multas a los vecinos de esta ciudad".
En declaraciones remitidas a los medios de comunicación, Campillo ha añadido: "Desde Compromís queremos denunciar que Catalá solo está pensando en sacar el dinero a los vecinos para compensar la rebaja de impuestos que hizo a los más ricos".
Asimismo, ha señalado que su grupo "no ha dejado de presentar propuestas para que el gobierno municipal bonifique la tasa de residuos a aquellos que reciclan correctamente sus residuos" y ha lamentado que el ejecutivo "se niega". Sergi Campillo ha censurado que se plantee "un incremento de las multas para coaccionar a los vecinos y sacarles el dinero".
El edil ha manifestado: "Es indignante que en lugar de bonificar a quienes lo hacen bien, solo piensen en freír a multas a los vecinos. Toda política de residuos que no bonifique a los vecinos que lo hacen bien, es una política destinada al fracaso más absoluto".

























