María Esteban (voz y dirección musical) nació en Málaga y comenzó su carrera artística desde joven con distintas formaciones musicales. En 2021 obtuvo la Beca AIE de Alta Especialización para cursar su último año en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona en la especialidad de Canto Jazz y Música Moderna. Su espectáculo ‘Voces Veladas’ fue seleccionado en 2022 y 2023 para el catálogo de la Red de Teatros Públicos de Andalucía.
Pregunta: ¿Qué te impulsó a crear ‘It’s Me!’, con su carga emocional y desgarro?
María Esteban: Este disco es el resultado de un proceso de terapia que he estado llevando a cabo durante los últimos cuatro años y en el que aún continuo. Es un trabajo muy personal en el que comparto distintas experiencias que he vivido, algunas buenas y, otras, no tanto. De alguna manera, ‘It’s me!’ es un retrato de mí misma: de esa María que a veces ha sabido salir a flote, pero también de la María vulnerable que, en su búsqueda por entender cómo seguir adelante, se ha sentido perdida.
P: ¿Qué te gustaría que sintiera quien escuche el disco?
M.E.: Me gustaría que quien escuche el disco pueda conectar de alguna manera con lo que he escrito. Creo profundamente que el dolor también puede sanar y que, compartirlo, es parte esencial de ese proceso. A través de la música he querido reflejar cómo me he sentido, en muchas ocasiones, sin miedo a mostrar mis propias debilidades. Deseo que esa sinceridad con la que me expreso llegue al público, y que el disco se convierta en una especie de conversación abierta, un espacio donde poder parar, escuchar y quizás también reflexionar.
P.: ¿Qué canción destacarías del disco y por qué?
M.E.: Destacaría dos temas especialmente. ‘My pretty little girl’ es un reflejo de la niña interior que llevo dentro. Fue la primera canción que escribí para el disco, y nació como un recordatorio para mí misma: a pesar de las heridas del pasado, no quiero perder la ilusión, las ganas de soñar y de jugar que tenía cuando era pequeña. Otro tema importante es ‘Para ti’, una canción dedicada a todas esas personas que nos acompañan tanto en los buenos momentos como en los más difíciles. Son esos tutores de resiliencia que nos guían, nos sostienen y nos tienden la mano cuando más lo necesitamos.
P.: ‘Voces Veladas’ rinde homenaje a grandes mujeres letristas e intérpretes del siglo XX. ¿Qué te llevó a crear este proyecto y cómo crees que ha contribuido a visibilizar la figura femenina en la música?
M.E.: La idea de ‘Voces Veladas’ nació del deseo de rescatar y dar visibilidad a mujeres intérpretes y letristas de jazz que, a pesar de su talento, habían sido olvidadas. Lo primero que me llevó a reflexionar sobre ello fue darme cuenta de que yo misma llevaba tiempo cantando canciones escritas por mujeres y no lo sabía. Ese detalle me impactó y me impulsó a investigar sobre todas ellas. También me motivó la necesidad de rescatar referentes femeninos que me ayudaran a colocarme con mayor seguridad como líder de mi propio proyecto, asumiendo este rol de liderazgo. Por otro lado, como artista independiente y músico de jazz, soy consciente de lo difícil que es llegar al gran público. Aun así, desde mis posibilidades, he intentado aportar y poner mi granito de arena para visibilizar a todas estas artistas. A pesar de los retos que me ha supuesto, me siento muy satisfecha porque el proyecto ha sido programado en numerosos espacios y me ha permitido compartirlo en distintos rincones de España.
P.: Además de cantar, con la música también produces, gestionas y educas en este ámbito. ¿Qué te impulsa a abarcar todas estas facetas y cómo vives este proceso de transformación artística y personal?
M.E.: La parte educativa siempre ha estado muy presente en mi vida. Mis primeros estudios fueron Pedagogía y Magisterio en la Universidad de Málaga, y además vengo de una familia de maestros, así que siento un gran vínculo con esta profesión. Estar cerca de personas que están aprendiendo música me enriquece tanto a nivel personal como profesional. Me hace feliz acompañarlas en su proceso, guiarlas, y al mismo tiempo, aprendo muchísimo de cada una de ellas. También creo que, si puedo ayudarles a transitar este camino con un poco más de claridad, evitando errores que yo misma cometí, ya estoy aportando algo valioso.
P.: ¿Recuerdas el momento o la persona que te hizo enamorarte del jazz?
M.E.: Sí, lo recuerdo perfectamente. Fue gracias a mi amiga Raquel Pelayo Torres, cantante y profesora en aquel entonces en la Escuela de Jazz de Málaga, donde yo estudiaba.
P.: En un mundo donde todo es tan inmediato y superficial, ¿por qué apostar por el jazz y su profundidad?
M.E.: Para mí, hacer música es un acto de sinceridad. No me mueve seguir modas ni responder a lo que dictan las tendencias; me interesa hacer las cosas a mi manera, con honestidad y desde lo que realmente siento. Apuesto por el jazz, porque me conmueve. Para mí, es una música que exige escucha, tiempo, presencia… y creo que, justamente por eso, es tan valiosa en un mundo dominado por la inmediatez y la superficialidad. No busco complacer, busco expresarme y el jazz me da el espacio y la libertad para hacerlo.
