Las familias del edificio ubicado en el número 4 de la Carretera Font de Bonet, en la pedanía valenciana de Castellar-l'Oliveral, que fueron desalojadas preventivamente este jueves tras detectarse defectos en los bajos, ya pueden regresar a sus hogares. El Ayuntamiento de València ha emitido una resolución este viernes levantando la medida cautelar de desalojo, al considerar que el inmueble reúne las "suficientes condiciones de estabilidad" con las medidas de seguridad existentes, según el certificado técnico presentado.
La decisión del consistorio se comunicará a los Servicios de Licencias Urbanísticas, al Departamento municipal de Bomberos, Prevención, Intervención en Emergencias y Protección Civil, y a la Policía Local.
El desalojo, ordenado inicialmente por el Departamento de Bomberos por motivos de seguridad y para preservar la vida de los ocupantes, se ha revocado tras la presentación de un "certificado de apuntalamiento para realojo" que garantiza la estabilidad del edificio.
La Oficina Técnica de Control de Conservación de la Edificación del Servicio de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento emitió un informe favorable tras revisar el certificado de seguridad, suscrito por un arquitecto colegiado. Este certifica que los trabajos de mejora del apuntalamiento de la planta baja han finalizado, permitiendo recobrar las condiciones mínimas de habitabilidad para el realojo de los vecinos.
No obstante, desde Disciplina Urbanística se indica que las medidas de seguridad implementadas deberán verificarse y actualizarse periódicamente cada seis meses hasta que se lleven a cabo las reparaciones y refuerzos proyectados.
Tras el desalojo preventivo, el Ayuntamiento de València ofreció alojamiento a las cuatro familias (diez personas) que lo aceptaron. El consistorio había informado que el edificio, de más de 50 años y con ocho viviendas, ya presentaba problemas estructurales antes de la DANA que afectó gravemente a la pedanía.
Los antecedentes del edificio incluyen una intervención de los Bomberos en noviembre de 2023 por riesgo de desprendimiento de una persiana y la constatación de apuntalamiento en la planta baja. Un informe de Disciplina Urbanística de diciembre de 2023 instaba a los propietarios a reparar los daños y a realizar el Informe de Evaluación del Edificio de Viviendas (IEEV-CV) dada la antigüedad del inmueble.
Aunque los propietarios presentaron en enero de 2024 un certificado que indicaba estabilidad con las medidas de seguridad provisionales, la decisión de desalojar preventivamente se tomó este jueves tras una nueva evaluación. Ahora, con la nueva certificación, los vecinos podrán regresar a sus hogares bajo la supervisión y la necesidad de revisión periódica de las medidas de seguridad implementadas.