El Gobierno municipal de Catarroja, formado por la coalición entre PSPV y Compromís, cumple este mes de junio dos años desde su constitución. En este ecuador de la legislatura, la alcaldesa, Lorena Silvent, ha hecho balance de una etapa marcada por la emergencia provocada por la DANA, que obligó a reordenar las prioridades del consistorio y centrar los esfuerzos en la recuperación del municipio.
La alcaldesa ha defendido su papel como gestora pública y como vecina afectada: “Vivo aquí, sufro lo que sufre mi gente, y por eso tengo la responsabilidad -y la convicción- de alzar la voz en nombre de todos y todas. Para defender lo que es justo, exigir lo que Catarroja necesita y no resignarnos a quedarnos atrás”.
El proyecto con el que arrancó la legislatura apostaba por una Catarroja sostenible, feminista y conectada con la innovación, sin perder de vista sus raíces ni su vinculación con el puerto. Ahora, según ha señalado Silvent, el reto es reconstruir un municipio “más resiliente, cohesionado y preparado frente al cambio climático”.
Uno de los pilares para avanzar en esa reconstrucción será el nuevo Plan de Actuación Municipal (PAM), que se está elaborando con participación ciudadana, técnicos municipales, grupos políticos y actores sociales como el CLER, el tejido económico local o la Comunidad de Pescadores. “Queremos que Catarroja se reconstruya contando con todas las voces. Porque la reconstrucción no se trata solo de infraestructuras, sino también de confianza, diálogo y proyecto compartido”, ha afirmado.
Silvent ha reclamado también un Pacto de Estado liderado por el Gobierno central, que garantice protección a todos los municipios: “Las soluciones reales llegan cuando todas las administraciones trabajan juntas, con seriedad, coordinación y sensibilidad”.
Mirando a los dos años restantes de mandato, la alcaldesa ha señalado que Catarroja afronta un periodo “complejo pero lleno de oportunidades” para convertir el trabajo institucional en mejoras visibles en las calles. Entre las prioridades, Silvent ha citado la recuperación del alcantarillado, la rehabilitación urbana, y la prevención y educación frente a emergencias.
Silvent ha finalizado recordando que “estos dos años son decisivos. Tenemos la responsabilidad y la ilusión de que el cambio empiece a ser visible, palpable para todos y todas”.
