Un informe del director de la residencia de Paiporta donde la dana del 29 de octubre dejó seis usuarios fallecidos y dos más lesionados traslada a la jueza que investiga la gestión de la riada que en ese día no consta por parte de ninguna administración o autoridad (Policía Local, Guardia Civil, entre otros) durante toda la mañana y las horas previas a la inundación "comunicación directa avisando de ningún riesgo de preemergencia o emergencia".
Así consta en el documento en el que se detalla que a las 9:52 del día 29 de octubre se recibió en el buzón general de la cuenta genérica del grupo residencial un correo de la Dirección General de Dependencia y de las Personas Mayores con el Protocolo de Actuación en caso de alerta meteorológica por lluvias en centros de día y residencias de personas mayores y en nivel de riesgos. Y ese mismo día y a la misma hora se envió ese mismo correo por parte de la dirección general a todos los centros de la empresa excepto a tres: Paiporta, El Puig y San Antonio.
Según consta en el informe, según el protocolo remitido a varios centros residenciales, no a Paiporta, la alerta activa en esa zona a las 7:45 era naranja y ninguna emergencia activa. Durante toda la jornada desde los departamentos de operaciones y mantenimiento se hizo un seguimiento de la afectación de la dana en algunos centros en Requena-Utiel y la Hoya de Buñol por la intensidad de las lluvias y se adoptaron las medidas previstas en el protocolo. En Requena, Alborache y Chetes se subió a usuarios a la primera planta.
En el caso de Paiporta, sobre las 19:30 horas, unas trabajadoras que habían acabado su turno y estaban en el aparcamientos observaron a lo lejos lo que describen como "un mar en calma" y de repente observan como el agua "empieza a entrar por el muro de la residencia" y a "invadirlo todo". Las empleadas empezaron a gritar "todo el mundo arriba" y el personal se empezó a movilizar para subir a los residentes por las escaleras principales.
Según el informe, instantes después, oyeron un "estruendo" como consecuencia de que el agua había "estampado" los coches contra una puerta del centro, la arrancó y empezó a entrar un "tsunami", según la descripción que consta en el informe. El personal del centro afirmaba que, "escasos minutos después", el agua llegaba a las rodillas.
Primera comunicación oficial a las 20:11
En el informe consta que la "primera comunicación oficial" del riesgo de inundación llegó a los móviles a las 20:11 horas con el sistema ES-Alert cuando el centro estaba "completamente inundado". Las personas usuarias de tres salas que participaban en el primer turno de cena estaban en ese momento cenando.
Los trabajadores empezaron a hacer una cadena humana para agilizar la subida de los residentes y llegaron a descolgar una puerta, pero, en un momento dado, dada la fuerza y el nivel de agua y lodo y la corriente, no pudieron acceder a una de las salas para salvar la vida a cuatro personas. Otros dos usuarios que estaban en otra sala fueron desplazados por la fuerza del agua en sus sillones y uno de los cuerpos fue localizado, al día siguiente, en unos campos.
En el momento en el que el agua llegó al centro hubo un "intento continuo" de comunicación con bomberos y protección civil pero daba error en la llamada y se solicitó también ayuda a través de contactos personales. Consta también comunicación telefónica entre la empresa y la Dirección General de Infraestructuras Sociosanitarias informando de la situación y solicitando "urgentemente ayuda". Las autoridades se interesron por lo ocurrido y afirmaron haber trasladado la urgencia "a quien corresponde".
También constan llamadas de la vicepresidenta primera y consellera de Servicios Sociales a la psicóloga del centro, quien afirmó haberle manifestado que lo que necesitaban era ayuda. las primeras personas que aparecieron en el centro fueron tres personas de la UME, ya de madrugada, pero que no se llevaron a ningún usuario. Los residentes no fueron evacuados hasta las 15:30 horas del día siguiente con ayuda de los militares. El centro fue reabierto el 9 de diciembre tras su reconstrucción.