La titular de la plaza número 3 del Tribunal de Instancia de Catarroja ha pedido al Instituto de Medicina Legal (IML) un informe sobre la muerte en el hospital de otra anciana de la residencia de Paiporta días después de la dana del 29 de octubre.
En la providencia, la magistrada señala que, tras la comparecencia ante LA sede judicial este jueves de la hija de una usuaria del centro, que ha pedido que su madre sea considerada como víctima de la dana, y teniendo en cuenta la documentación médica que ha aportado, ha requerido a la residencia que entregue la documentación médica de que dispongan en relación a esta residente.
Una vez verificado este extremo, pide que se recabe del IML un informe forense "sobre la relación de causalidad existente entre el fallecimiento" de la anciana en el Hospital Clínico de València, en fecha de 3 de noviembre de 2024, "y las circunstancias que tuvieron lugar, con motivo de la dana" en el centro.
Se da la circunstancia de que recientemente, el 24 de septiembre, la magistrada ya pidió al IML otro informe sobre la muerte en un hospital de una usuaria de la residencia de Paiporta, fallecida también dos días después, el 1 de noviembre.
En el auto en el que la jueza rechaza archivar la causa a Pradas, señala que en la dana se perdieron 229 vidas, una de ellas dependiente -la bebé de una joven embarazada a la que ya se ha instado a inscribir en el Registro Civil- y que se está analizando la probable inclusión de otras dos víctimas fallecidas en el hospital, en los días 1 y 3 de noviembre, tras la situación vivida dentro de la Residencia Savia de Paiporta en la tarde del 29 de octubre.
La magistrada también pidió a principios de septiembre a la Conselleria de Servicios Sociales que aporte los informes que se hubieran efectuado sobre el fallecimiento de las personas usuarias en la residencia donde murieron seis residentes contabilizados como víctimas en la causa hasta la fecha.
Un informe del director del centro entregado en el juzgado -donde constaba la cifra de seis víctimas y de dos personas usuarias lesionadas- recogía cómo sobre las 19:30 horas unas trabajadoras que habían acabado su turno y estaban en el aparcamiento observaron a lo lejos lo que describían como "un mar en calma" y, de repente, observaron que el agua empezaba a entrar por el muro de la residencia y a "invadirlo todo".
Las empleadas empezaron a gritar "todo el mundo arriba" y el personal se empezó a movilizar para subir a los residentes por las escaleras principales. Instantes después, oyeron un "estruendo" como consecuencia de que el agua había "estampado" los coches contra una puerta, que arrancó y empezó a entrar un "tsunami" al interior.
Los trabajadores empezaron a hacer una cadena humana para agilizar la subida de los residentes. El centro fue reabierto el 9 de diciembre tras su reconstrucción.