La Generalitat refuerza el patrimonio artístico con la compra de tres obras para el Museo de Bellas Artes de València

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El Museo de Bellas Artes de València (MuBAV) ha incrementado su colección de pintura española del siglo XX con la reciente adquisición de tres obras de destacados artistas de la primera mitad de siglo, José Gutiérrez Solana, Ignacio Zuloaga y Tito Cittadini.

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Estas tres recientes adquisiciones, realizadas por la Generalitat en el mercado de subastas para los fondos del principal referente museístico de la Comunitat Valenciana, suponen una inversión total de 310.000 euros en el patrimonio artístico valenciano, con cargo a los presupuestos del propio Museo de Bellas Artes de València.

Con ellas, se aumenta la presencia de representantes de otras escuelas pictóricas españolas, como la cántabra o la mallorquina, que ayuda a poner en contexto las obras de artistas valencianos del momento, como Pinazo o Sorolla, conservadas en las colecciones del Museo de Bellas Artes.

La secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, ha señalado que la Generalitat “sigue apostando por incrementar la colección del Bellas Artes de Valencia”. Tébar ha añadido que la incorporación de figuras de primer orden como Zuloaga o Gutiérrez Solana “no hace sino reforzar el posicionamiento de un Museo que se encuentra entre los mejores de Europa”.

Por su parte, el director del Museo de Bellas Artes de València, Pablo González Tornel, ha indicado que “Gutiérrez Solana, Zuloaga y Cittadini muestran el caleidoscópico panorama de las Artes en la España de 1900”. El director ha subrayado como “durante los últimos años el Bellas Artes está subsanando las lagunas en su colección para ser capaz de narrar una historia del arte mucho más completa”. Gonzálex Tornel ha concluido: “Pinazo, Benlliure o Sorolla cuentan ahora con los mejores compañeros en las salas del Bellas Artes”.

De José Gutiérrez Solana (1886-1945), se ha adquirido la obra ‘Carnaval en las Ventas’, óleo sobre lienzo (81 x 60,5 cm) pintado en 1921, por un importe de remate de 130.000 euros.

La pintura, de un marcado carácter expresionista, corresponde a la etapa de madurez en la producción de Gutiérrez Solana, anterior al estallido de la Guerra Civil, y refleja la influencia de las Pinturas negras de Goya, destacando con su carácter ‘feísta’ la miseria de una España sórdida y grotesca como reflejo de su mirada crítica sobre la realidad social del momento.

Con la incorporación de ‘Carnaval en las Ventas’, el Museo de Bellas Artes incrementa la pequeña colección de autores cántabros para proporcionar así una imagen más completa de la realidad de la pintura española de las primeras décadas del siglo XX.

De Ignacio Zuloga (1870-1945), el Museo de Bellas Artes ha incorporado la obra ‘Retrato de María Teresa Llavallol de Atucha’, óleo sobre lienzo (140 x 138 cm) pintado en París en 1917. La obra se ha adquirido por un precio de remate de 120.000 euros.

En este retrato de la filántropa argentina María Teresa Llavallol (1868-1927), en el que es evidente la impronta de la retratística de Goya, la mujer aparece ligeramente ladeada mirando al espectador mientras porta un vestido de tirantes de raso, un mantón, un manguito de chinchilla y una gasa envuelta al cuello movida al viento, todo ello en tonos verde té.

La pintura suple una carencia importante en el elenco de obras de Zuloaga que ya posee el Museo de Bellas Artes de València, que hasta el momento solo contaba con dos paisajes del artista, pero no con un retrato.  La obra de Zuloaga, además, supone un contrapunto a los retratos de Sorolla, mostrando una visión de España, más pesimista y melancólica, a la más elegante y cosmopolita representada por el pintor valenciano en sus pinturas.

Finalmente, de Tito Cittadini (1886-1960), se ha adquirido la obra ‘Mujer de la cueva’, óleo sobre lienzo (150 x 140 cm) realizado en Mallorca en 1916, por un precio de remate de 60.000 euros.

Pintor argentino de origen italiano, Cittadini se afincó en tierras mallorquinas durante la primera mitad del siglo XX, y junto con su maestro, Hermenegildo Anglada Camarasa, lideró la llamada ‘Escola de Pollença’.

‘Mujer de la cueva’ es un retrato idealizado de la pintora y escultora checa Růžena Zátková (1885-1923), una de las pioneras del arte cinético, que aparece aquí retratada como una mujer de palidez azulada sentada sobre una roca cuyo vestido se fusiona con el lecho de la cueva marina.

Esta obra se engloba dentro de la primera etapa artística de Cittadini, marcada por el modernismo decorativista de Anglada Camarasa, aunque tiene ciertas dosis de simbolismo. ‘Mujer de la cueva’ recuerda muchísimo a ‘La madrileña’ de su maestro Anglada Camarasa, obra de 1913, empleando tonalidades frías muy similares en lo que a la piel de la retratada se refiere y a los colores del fondo.

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