La alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, ha abogado por diseñar una "ciudad resiliente" tras la dana, junto con la ciudadanía y los agentes sociales, aunque ha admitido que, seis meses después de las inundaciones, "queda mucho trabajo por delante" y el día a día de la ciudadanía en Catarroja "no es nada normal".
Silvent ha señalado que la localidad sigue "inmersa" en la recuperación, pero "sin olvidar el dolor de todo un pueblo por las pérdidas humanas y por el shock de lo vivido. Queda mucho trabajo por delante para mejorar nuestras ciudades, especialmente en lo que se refiere a mejorar las infraestructuras".
En este contexto, Silvent ha considerado que tienen una "oportunidad única para construir, junto con los vecinos y vecinas, una ciudad resiliente, tanto emocional como urbanísticamente". "La idea es diseñar un plan estratégico de vivienda, que el municipio nunca ha tenido y que ahora puede incorporarse a la Agenda Urbana. La opinión de asociaciones como los comités locales de reconstrucción será clave para decidir las pautas de recuperación. El fortalecimiento de la comunidad es una de las piezas fundamentales de esta guía de Recuperación", ha sostenido.
Por ello, ha abogado por que la reconstrucción pase por un modelo de ciudad "resiliente y sostenible", para la que reclama medidas como "instrumentos de contratación ágiles, un llamamiento al talento, un Pacto de Estado de obligado cumplimiento y plazos de actuación adaptados a las circunstancias, poniendo el foco en la problemática con la gente del pueblo".
La alcaldesa ha desgranado la situación actual del municipio, donde están trabajando para recuperar la vía pública, han iniciado las primeras obras urgentes del alcantarillado y tratan de desembozar el Barranco de Pelayo.
En cuanto a los espacios de sociabilización, tanto públicos como privados, ha apuntado que "siguen sin estar disponibles". Además, ha recordado que se ha retomado la actividad lectiva, pero "se están haciendo obras en todos los centros y todavía hay alumnado que está de acogida", así como alumnado de secundaria, bachillerato y ciclos que están fuera del municipio.
En la misma línea, "las instalaciones deportivas tampoco están al cien por cien". "Se encuentran a un nivel de uso precario para entrenar por parte de los clubs, pero todavía no se puede disfrutar de ellas. La piscina está cerrada, la escuela de personas adultas también y todavía no tenemos espacio ni aulas prefabricadas para recuperar la actividad", ha relatado.
Por su parte, el Teatro Auditorio, que ha calificado de un espacio "muy emblemático" del pueblo, que alberga "mucha actividad cultural" y también por parte de las asociaciones y de los centros educativos, también permanece cerrado.
El día a día "no es nada normal"
La primera edil ha expresado que el día a día de la ciudadanía en Catarroja "no es nada normal, porque no hay stock de semáforos, de señalética, de contenedores en superficie, los garajes aún no están rehabilitados ni funcionan los ascensores, lo que supone que muchas personas con movilidad reducida no puedan salir de casa con autonomía".
En relación a este último punto, ha sostenido que el consistorio está "insistiendo mucho" con la asociación de ascensoristas y, a través de la Generalitat, con la Consellería de Recuperación Económica y Social, y Femeval, han enviado un listado para "poder priorizar esas situaciones de personas más vulnerable, bien por edad avanzada, bien por movilidad reducida" que conocen.
En este sentido, ha apuntado que, aunque a través de la Cruz Roja se presta un servicio con la 'silla oruga', "los afectados lo que quieren es poder poder volver a retomar su actividad diaria".