Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha trasladado recientemente al Síndic de Greuges su contestación sobre la queja presentada por el Ayuntamiento de Burjassot por las molestias acústicas generadas por el paso de los trenes de la Línea 1 de Metrovalencia entre las paradas de Empalme y Burjassot.
FGV también alude a las mediciones encargadas por el consistorio, señalando que estas recogían el ruido ambiental global y no exclusivamente el generado por la circulación de trenes. Además, dichas mediciones no superaban el umbral de 10 dB que obligaría legalmente a aplicar medidas correctoras. En el informe técnico encargado por el propio Ayuntamiento, los niveles de ruido atribuibles al ferrocarril se calculan conforme a la norma UNE correspondiente, pero no están regulados por la legislación vigente.
La empresa pública justifica el retraso en la respuesta a la petición de información del Síndic de Greuges en dos factores: por un lado, la sobrecarga de trabajo del personal técnico derivada de las actuaciones para recuperar la red ferroviaria tras los daños ocasionados por la DANA del 29 de octubre; y por otro, la esperanza de poder ofrecer antes una solución técnica a la problemática.
A pesar de ello, FGV se compromete a facilitar en breve un informe detallado sobre el avance de las pruebas relacionadas tanto con los areneros y los materiales utilizados, como con los modificadores de fricción y sus lubricantes, con el objetivo de reducir el impacto acústico de los trenes en este tramo.