Cuando llega el calor y empezamos a pasar más horas al aire libre, es normal acordarse del protector solar. Pero lo que no es tan habitual —y debería serlo— es pensar en todo lo que el sol afecta, no solo la piel. Porque sí, el sol calienta, da vida y buen humor… pero también castiga. Y si no tomamos medidas, los daños aparecen antes de lo que creemos.
Lo que el sol hace a tu piel cuando no te proteges
A simple vista, puede parecer que tomar el sol sin protección solo deja un poco de rojez o sequedad. Pero lo que no se ve es lo que más daño hace: la radiación ultravioleta (UV) atraviesa la piel, altera las células y va dejando huella con el paso del tiempo.
Consecuencias frecuentes de una exposición sin protección:
- Manchas solares que luego cuesta mucho disimular o eliminar.
- Arrugas prematuras, sobre todo en zonas como el contorno de ojos o el escote.
- Sensación de tirantez y pérdida de elasticidad en la piel.
- Deshidratación profunda aunque uses crema hidratante.
- Mayor riesgo de melanoma, uno de los tipos de cáncer de piel más agresivos.
Lo más grave es que muchos de estos efectos no se notan al instante. Por eso, el uso diario de protección solar, incluso cuando está nublado o pasas poco tiempo al sol, es clave para prevenir.
¿Y el pelo? También sufre
Igual que protegemos la piel, deberíamos cuidar el cabello cuando nos exponemos al sol. Porque la radiación, el salitre, el cloro y el calor directo afectan directamente a la fibra capilar. El resultado: puntas abiertas, color apagado, encrespamiento y un tacto áspero que no hay mascarilla que arregle en dos días.
Para evitarlo, lo ideal es incorporar productos de Protección solar para el cabello, que actúan como una barrera invisible frente al daño solar. Suelen venir en formatos cómodos: sprays, cremas sin aclarado o aceites ligeros que no apelmazan y se pueden aplicar varias veces al día.
Ventajas de usar protección solar capilar:
- Evita la pérdida de hidratación natural del cabello.
- Protege el color, ya sea teñido o natural.
- Reduce la rotura y el debilitamiento de la fibra capilar.
- Mejora el aspecto general del pelo durante todo el verano.
- Hace que los tratamientos posteriores (mascarillas, cortes) sean más efectivos.
Y no hace falta esperar a las vacaciones en la costa. Basta con estar al aire libre, pasar el día en una terraza o practicar deporte bajo el sol para que el pelo empiece a resentirse.
Claves para protegerse del sol de forma práctica
La rutina de protección solar no tiene por qué ser complicada. Solo hay que saber adaptarla a tus hábitos y al entorno en el que te mueves. Aquí van algunos trucos que funcionan:
- Usa crema solar todos los días, aunque solo salgas un rato. Mejor si es con SPF 30 o superior.
- Reaplica cada 2 horas si estás expuesto directamente o sudas mucho.
- Busca sombra siempre que puedas, sobre todo entre las 12 y las 16 h.
- No te olvides de labios, orejas, cuello y empeines, zonas que solemos pasar por alto.
- Protege el pelo con productos específicos y, si puedes, con sombrero o pañuelo.
Protegerse del sol es cuidarse a largo plazo. No se trata de renunciar a disfrutar del buen tiempo, sino de hacerlo sin que la piel y el pelo lo paguen. Hoy tenemos a nuestro alcance productos eficaces, fáciles de usar y que realmente marcan la diferencia. Así que, si este verano quieres verte bien y sentirte mejor, empieza por revisar tu rutina solar. Tu yo del futuro te lo agradecerá.