El Ayuntamiento de València prevé aprovechar el agua que se extrae de los achiques de las estaciones ferroviarias de Cabanyal, dependiente de Adif, y de Túria, dependiente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), para incorporarla a la red de baja presión de la ciudad y evitar que se vierta al alcantarillado como sucede en la actualidad.
Esta medida se incluye entre las acciones previstas en el Plan de Infraestructuras Críticas de Abastecimiento de Agua 2026-2031 de la capital valenciana, anunciado recientemente por su alcaldesa, María José Catalá, en el Debate sobre el estado de la ciudad y presentado públicamente este miércoles en un acto celebrado en el consistorio.
La primera edir durante la presentación ha indicado: "Gracias a esta medida, podremos utilizar un volumen equivalente cada año a 500 piscinas olímpicas y que actualmente se vierte a la red de saneamiento".
La jefa del servicio municipal del Ciclo Integral del Agua, María José Magraner, que ha participado en ese acto ha valorado que el agua de esos achiques se pueda aprovechar. "Así se reutiliza agua limpia y se deja de tirar al alcantarillado y de llevar a la depuradora de Pinedo", ha añadido, al tiempo que ha destacado que de ese modo se ayuda a que estas instalaciones estén "más despejadas, más libres" y tengan "más capacidad".
El plan contempla también aprovechar, previo tratamiento, el agua que la depuradora de Pinedo vierte al mar y destinarla al tramo final del viejo cauce del Turia, al entorno del futuro Parque de Desembocadura, han destacado también Magraner y Catalá. En la presentación del programa ha tomado parte además Javier Macián en representación de Emivasa, la empresa mixta --formada por el Ayuntamiento y Aguas de Valencia-- que gestiona el suministro de agua potable en la ciudad de València.
La alcaldesa ha resaltado los vínculos del Plan de Infraestructuras Críticas 2026-2031 con el antiguo lecho del Turia a su paso por la ciudad y ha aludido en este punto al Parque de Desembocadura, "el gran proyecto para culminar el Jardín del Turia". María José Catalá ha mostrado la voluntad de acometer este proyecto "con una solución estable para la lámina" de agua del tramo final del río.
Así, ha avanzado que se garantizará "un caudal de agua de calidad" para este espacio que "será el gran pulmón verde de la fachada marítima y que permitirá recuperar el ecosistema en esa zona". Para ello ha detallado que se prevé instalar más de 3 kilómetros de tubería entre la depuradora de Pinedo y l'Assut de l'Or, así como una estación de bombeo en esa estación depuradora con el fin de impulsar agua hacia el Parque de Desembocadura y reutilizar una parte de los 55 hectómetros cúbicos de agua regenerada que se vierten actualmente al mar.
Este Plan de Infraestructuras Críticas 2026-2031 contempla 33 medidas que permitirán a València "ganar en fortaleza y seguridad, avanzar en sostenibilidad y ser aún más eficientes, si cabe, en la gestión del agua". La ejecución de este programa, que contará con una dotación de 120 millones de euros, permitirá que la capital valenciana "se convierta en los próximos años en la primera gran ciudad de Europa autosuficiente en el suministro de agua potable en situaciones críticas o de emergencia".
La alcaldesa ha expuesto: "Hoy, nuestros depósitos solo nos garantizan 24 horas de almacenamiento. Con este plan, alcanzaremos las 48 horas. Y lo más importante, si todo falla, dispondremos de capacidad para producir agua potable dentro de la ciudad".
Catalá ha señalado que este no es "un plan sexy" ni una acción municipal que dé votos, pero ha subrayado la necesidad de acometerlo para preparar València ante posibles emergencias y situaciones críticas como las ocasionadas por la dana del pasado 29 de octubre y el apagón de finales de abril.
"Vulnerabilidades"
La responsable municipal ha asegurado, asimismo, que este es un programa que "trasciende la coyuntura política y que solo puede construirse desde el consenso y la responsabilidad compartida". Catalá ha asegurado: "La dana y el apagón pusieron a prueba nuestras infraestructuras hídricas y desnudaron nuestras vulnerabilidades".
El plan contempla también otras actuaciones como la adquisición de macrogrupos electrógenos de alta generación con los que garantizar suministro eléctrico en caso de necesidad para asegurar el abastecimientos de agua; la construcción de cuatro nuevos pozos municipales y cuatro plantas potabilizadoras urbanas, así como la renovación de 8,6 kilómetros de tuberías arteriales críticas y la ampliación de la red de baja presión en 27 kilómetros.
A estos se suma, como ha explicado también Catalá, la idea de "independizar la red de abastecimiento de agua potable de las pedanías del sur del sistema de defensa contra incendios forestales de El Saler". Actualmente, el Sideinfo tiene ocho cañones operativos que pasarán a ser once a final de año. La primera edil ha apuntado: "Para desplegar las siguientes fases hasta llegar a 40 era necesario contar con un suministro independiente que no mermara la capacidad de abastecimiento a la población".
El plan prevé también la ampliación de la red de fuentes de agua refrigerada de la ciudad. El año se acabará con 78 y la previsión es llegar a las 200 cuando este programa esté ejecutado.
Un plan aplicado a la energía
La alcaldesa ha adelantado que ha encargado al edil del Ciclo Integral del Agua, Carlos Mundina, extender el modelo de este plan a "otros suministro básicos" de València y así que se comience a trabajar en uno aplicado al ámbito de la energía.
María José Catalá ha encargado también a Mundina, como presidente de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI), que el plan se traslade a los municipios del área metropolitana para que puedan hacer documentos similares que "protejan el agua de su entorno".
100 millones
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, secretaria general del PSPV en València y candidata socialista a la Alcaldía, Pilar Bernabé, ha aludido este miércoles al plan de infraestructuras impulsado por Catalá durante la rueda de prensa que ha ofrecido. Ha dicho que "está muy bien" porque "las ciudades tienen que ser resilientes" y ha apuntado que el consistorio "tiene 100 millones de euros para el Ciclo Integral del Agua que le ha pagado el Gobierno de España para poder paliar los efectos de la dana en las pedanías", además de señalar que esa cantidad da a la alcaldesa "un respiro" y "holgura de presupuesto".
Desde el grupo municipal socialista, la edil Elisa Valía ha considerado que la alcaldesa ha presentado un plan "sin financiación y con proyectos que ya están en marcha o planificados". Valía ha dicho: "Ha vuelto a demostrar que no tiene proyecto y que su gobierno se ha convertido en una máquina de contar mentiras".