La DANA dejó cientos de viviendas dañadas y un profundo impacto emocional en numerosos vecinos. Ahora, mientras el consistorio desarrolla el plan de demolición, afloran las historias personales que reflejan el alcance real de la tragedia. Para personas como Francisco González Gil, cada ladrillo derribado encierra décadas de vida, recuerdos y vínculos familiares difíciles de reemplazar.
Hoy, mientras avanza la demolición de los inmuebles en estado de ruina, Francisco recuerda con emoción lo vivido: “muy mal, muy mal... porque hay unos recuerdos de 50 años ahí. Ahí murió mi madre. Entraba a su habitación y hablaba como si estuviera. La pena es esa, que se ha ido todo”, ha relatado visiblemente afectado.
Tras ser evacuado de su casa, Francisco fue trasladado junto a su familia al polideportivo municipal, y más tarde a Picassent, como parte del dispositivo de emergencia coordinado por el Ayuntamiento. Actualmente reside en Manises, aunque mantiene un fuerte vínculo con su ciudad natal.
"Torrent y la gente de toda España se volcó con nosotros"
Francisco ha explicado que “ahora estoy viviendo en Manises, pero yo soy de Torrent, nací en la calle Santa Lucia, igual que mi madre y mi abuelo. Mi hijo también se siente de aquí, y aunque ahora estudia en el Tirant lo Blanc, lo traigo cada día a Torrent. A las seis de la mañana ya estamos en marcha, pero no me importa. Él dice que es de Torrent y aquí quiere estar”.
Francisco ha querido agradecer el apoyo recibido durante aquellos días: “Desde que nos evacuaron al polideportivo hasta que estuvimos en Picassent, siempre estuvieron ahí. Nos trajeron comida, ropa... No puedo hablar mal de nadie, al contrario. El pueblo de Torrent y la gente de España se volcó”.
El momento del desastre, según ha recordado, fue especialmente duro. “Nos avisaron a tiempo y salimos corriendo. A los cinco minutos, giré la cara y vi cómo un coche impactaba contra mi casa y la reventaba como si fuera de papel. La presión del agua lo destrozó todo. Mi mujer está con depresión y yo intento ser fuerte delante de mi hijo, porque lo perdió todo: su consola, su ropa, su habitación... verlo así duele”.
"Trabajamos para que puedan regresar a su entorno"
El caso de Francisco no es único. Como ha señalado la alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, muchas familias afectadas han sido realojadas con el apoyo del Ayuntamiento, la Generalitat Valenciana y el Gobierno central. Algunas de las viviendas eran residencias habituales, otras segundas residencias, y en varios casos se trataba de familias en situación de vulnerabilidad.
Folgado ha explicado que “a estas familias se les ha ofrecido alojamiento por parte de los servicios sociales y de las administraciones. Seguimos trabajando para que puedan volver a vivir cerca de su entorno”.