En concreto, se está poniendo especial énfasis en combatir la procesionaria y el tomicus en los pinos y el picudo rojo en las palmeras además de actuar contra el mosquito tigre a través de campañas de información y concienciación ciudadana. Asimismo, también se interviene contra los pulgones y contra la psyla, realizando sueltas de fauna útil para controlar estas plagas.
La concejal de Medio Ambiente, Núria Campos ha destacado la diligencia, la proactividad y la efectividad con la que trabajan los técnicos municipales encargados de realizar estos tratamientos físicos y fitosanitarios, con actuaciones frecuentes en sanidad vegetal e incluso anticipándose, en muchas ocasiones, a las indicaciones de la Generalitat.
A este respecto, Campos ha puntualizado que “desde el Ayuntamiento controlamos la incidencia de todas las plagas dentro de los estándares explorables, teniendo en cuenta las condiciones climáticas cambiantes, el incremento o no de la incidencia y la diversidad de los ataques, unos factores que varían cada año”.
Asimismo, ha explicado que “se trabaja con un protocolo interno que prioriza la lucha biológica con productos orgánicos que, aunque es más costosa, es más respetuosa con el medio ambiente” al mismo tiempo que ha precisado que “se deja la utilización de productos químicos para casos extremos y, únicamente en los casos de árboles que presenten riesgo de caída de ramas o de crecimiento agresivo o estén terminales por plaga, se recurre a la tala”.