El arzobispo de Valencia consagra la nueva iglesia de Valterna

0
72 lecturas

El domingo 5 de octubre quedará grabado en la memoria espiritual de los vecinos de Valterna y de toda Paterna. El barrio estrenó su nueva iglesia bajo la advocación de San Vicente Ferrer, patrón de la ciudad, en una solemne ceremonia presidida por el Arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, acompañado por el maestro de ceremonias y párroco de Patraix, Edgar Esteve, y por el vicario episcopal, Jesús Corbí.

Ceremonia de consagración de la nueva iglesia de Valterna con autoridades y clérigos.
El arzobispo de Valencia consagra la nueva iglesia de Valterna en una emotiva ceremonia.

Junto a ellos concelebraron numerosos sacerdotes, entre ellos el párroco de Campanar,  Francisco José Tomás; José Pedro Manglano, de San Juan del Hospital y fundador del movimiento Hakuna; Juan Antonio Cabanes y su vicario, de la Iglesia de San Pedro de Paterna; además del párroco anfitrión, Óscar Díaz. La comunidad estuvo acompañada por las autoridades civiles: el alcalde de Paterna y senador real,  Juan Antonio Sagredo, y la concejala de Fiestas, Andrea López. También se encontraban presentes representantes de las cofradías, entre ellos Carmen Esteve, camarera del Santísimo Cristo de la Fe, y su esposo, Félix Perona, miembro de la Junta de la Real Cofradía.

Palabras de gratitud y esperanza

El acto comenzó con una procesión solemne que recorrió el templo: la Cruz Parroquial, los monaguillos, los sacerdotes concelebrantes y los principales oficiantes.

Ya en el altar mayor, el párroco Óscar Díaz abrió la celebración con un emotivo discurso: “en estas primeras palabras de acogida, quiero expresar el agradecimiento a Dios Padre a través de su Hijo Jesucristo, en la unidad del Espíritu Santo, que nos ha permitido llegar a este día que veíamos muy lejano...”

Ceremonia de consagración de la nueva iglesia de Valterna
El arzobispo de Valencia consagra la nueva iglesia de Valterna en una emotiva ceremonia.

En sus palabras recordó los años de esfuerzo, el impulso del cardenal Antonio Cañizares, la cercanía de la comunidad durante la pandemia, y el trabajo de arquitectos, constructores y feligreses que han hecho posible la realidad de este templo.

Los actos sagrados de la consagración

La ceremonia estuvo marcada por signos de profunda fe: la entrega de los planos y llaves al Arzobispo, el hisopado del templo y de los fieles con el agua bendita, la colocación en el ara del altar mayor de reliquias de santos junto al acta de consagración, y la unción del altar, de las imágenes y de las paredes del templo con santo crisma.

La proclamación de la Palabra de Dios, la profesión de fe, la consagración eucarística y el reparto de la comunión colmaron de gracia a todos los presentes. El acto culminó con la lectura del decreto de bendición papal, como signo de unión con la Iglesia universal.

Posteriormente, en comitiva procesional, se trasladó al Santísimo Sacramento hasta la capilla de la comunión, que fue bendecida con Jesús entronizado y presente para siempre en el barrio de Valterna.

En su mensaje final, el arzobispo Enrique Benavent pronunció unas palabras llenas de luz y de cercanía: “hoy he vuelto a ver al Santísimo Cristo de la Fe. He vuelto a Paterna a consagrar esta iglesia. De alguna manera también en el retablo del altar mayor se recogen ambas devociones, la del Cristo y la de San Vicente. San Vicente Ferrer nos enseñó sabiamente a rezarle a Jesucristo. Por eso he podido ver los orígenes de la fe aquí en Paterna y cómo esa fe se va extendiendo allí donde está creciendo y expandiendo la ciudad. Por eso os animo a que continuéis viviendo la fe con esa alegría, con ese deseo, con ese afán. Os imparto la bendición, también en nombre del Santo Padre".

Una fiesta de fe compartida

La jornada concluyó con un refrigerio fraterno, compartido por clero y pueblo, en un ambiente sencillo y gozoso, signo de la unidad de la comunidad cristiana. La presencia de la venerada talla del 'morenet' -el Santísimo Cristo de la Fe- y la advocación de San Vicente Ferrer, patrón de Paterna, dieron a este templo un carácter especial, cumpliendo un anhelo largamente esperado: que el patrón de la villa tenga, por fin, una iglesia dedicada a su nombre. Como colofón en el acceso a la parroquia el Arzobispo descubrió una lápida conmemorativa de este acto.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí