La Diputació de València ha completado la venta de la emisión inicial de sus bonos comercio dana, un paquete de 95.000 tarjetas que tendrán un impacto económico estimado en más de diez millones de euros en los 1.300 establecimientos adheridos de 26 municipios de la 'zona cero'. Se pueden gastar hasta fin de año.

10.000 bonos solo el primer día
El día que se abrió la campaña se vendieron casi 10.000 bonos, que se siguen entregando en los puntos de reparto habilitados por los ayuntamientos y las asociaciones de comerciantes. Cada bono tenía un coste de 50 euros y un crédito de cien euros para gastar en los 1.300 comercios adheridos; establecimientos de todos los ámbitos y sectores.
Los datos aportados por Cámara Valencia sitúan a Aldaia a la cabeza del listado de compradores por municipios, con más de 9.000 bonos adquiridos por personas empadronadas en la localidad.
Le siguen Alaquàs, Algemesí y Paiporta con 8.691, 7.818 y 7.804 tarjetas vendidas, respectivamente, y Catarroja con 6.591. Seguidamente, Xirivella, Alfafar y Picanya superan ampliamente los 4.000 bonos y Benetússer, Albal y Sedaví los 3.000, mientras hay 3.851 tarjetas adquiridas desde Utiel.
Por encima del millar de bonos comprados hay otros seis municipios: Chiva (2.839), Massanassa (2.679), Guadassuar (2.019), Cheste (1.864), Llombai (1.148) y Catadau (1.136).
El listado de los 26 pueblos seleccionados en esta primera campaña del bono comercio dana lo completan Pedralba (887), Loriguilla (542), Beniparrell (525), Montroi (323), Sot de Chera (251), L'Alcúdia (185), Riola (156) y Llocnou de la Corona (45). El resto de tarjetas, más de 20.000 se han adquirido por personas empadronadas en otros municipios de la provincia.
Para la vicepresidenta y diputada de Promoción Económica, Natàlia Enguix, "estos establecimientos no solo contribuyen a dar vida y enriquecer el entramado social de nuestros pueblos, sino que garantizan los servicios y son un gran activo contra la despoblación".
El presidente de Unió Gremial, Mauro Lorenzo ha destacado que la iniciativa "ayuda a la reactivación real del comercio local, no tanto a través de subvenciones sino de devolver la actividad a los establecimientos afectados". Lorenzo, propietario de una papelería en Alfafar, asegura que los comercios adheridos han notado la influencia de los bonos.















