El Ayuntamiento de Benetússer ha organizado una acción colectiva de homenaje a las víctimas de la riada del pasado 29 de octubre con motivo de su primer aniversario. La acción que lleva por título 'La unió que reconstruïx' consiste en la fabricación de azulejos de barro que formarán parte de un monumento diseñado por la artista Nea. La acción cuenta con la colaboración de la facultad de Bellas Artes de la Universitat Politécnica de València.
La acción se ha organizado en torno a tres actividades diferentes. En la primera de ellas se convocará a la ciudadanía a un taller familiar de fabricación de azulejos el viernes 12 de septiembre a partir de las 18:00 horas en la plaza del Molí. La segunda de las actividades será otro taller abierto también a toda la ciudadanía que tendrá lugar en este caso en el parking del mercado municipal el sábado 13 de septiembre por la mañana.
Todos los azulejos fabricados durante los dos talleres serán trasladados a la facultad de Bellas Artes de la Universitat Politécnica de Valencia que será la encargada de cocer las piezas. Para completar el programa, el miércoles 17 de septiembre se ha organizado una visita a la UPV desde la concejalía de Personas Mayores en la que se mostrará in situ el proceso de cocción de las piezas.
Los azulejos quedarán plasmados en una obra colectiva que se compondrá de dos partes semicirculares de distinta altura que simulará el abrazo que la ciudadanía de Benetússer da a las personas fallecidas a causa de la riada y el agradecimiento a todas las personas voluntarias que ayudaron a recuperar el municipio.
El conjunto escultórico colectivo quedará instalado en el parque situado delante del colegio Blasco Ibáñez que será bautizado el próximo mes de octubre, y también con motivo del aniversario, como el 'Parc del Voluntariat' como homenaje a los cientos de personas que transformaron el centro educativo en un gran punto logístico de ayuda en los momentos más complicados de la riada.
Para la concejala de Cultura de Benetússer, Engracia Arias, el proyecto tienen diferentes objetivos. Arias ha explicado que "está por un lado preservar la memoria pero también generar esperanza y bienestar emocional mediante un proceso de creación colectiva que conecte los ladrillos con la idea de una reconstrucción simbólica y emocional para recordar, sanar y mirar al futuro".
Por su parte, para la artista Nea este proyecto representa lo mejor que puede aportar a la comunidad que tan bien la ha acogido y en la que ha elegido vivir. La artista ha comentado que "la idea es ayudar de manera altruista a las personas a través de una acción artística respetando los lugares y poniendo en valor la memoria".