El Ayuntamiento de Alboraya se está preparando para la temporada de lluvias propias del otoño y de temporales de mayor intensidad propias del cambio climático. Por este motivo, ha intensificado los trabajos de limpieza de imbornales y canalizaciones, labores que ya está llevando a cabo la empresa Aqualia, a la que le corresponden los servicios.

Esta tarea se está llevando a cabo en todo el término municipal, es decir, tanto en el núcleo tradicional como en Port Saplaya y La Patacona. El objetivo es asegurar el flujo del agua y evitar que las calles se llenen de charcos y de una cantidad excesiva de agua, por lo que se están retirando todas las hojas, residuos y demás de la red de alcantarillado.
El alcalde, Miguel Chavarría, explica que "Alboraya siempre se prepara para las lluvias del otoño, pero hemos estado trabajando en asegurarnos de que todo funciona correctamente, tras lo aprendido en la DANA de octubre".
El primer edil asegura que "queremos lanzar un mensaje de calma a nuestros vecinos: estamos actuando en las canalizaciones, estamos revisando la vegetación para cuando llegue el exceso de viento y tenemos el Plan de Actuación Municipal frente a Inundaciones actualizado con el protocolo revisado, los albergues ubicados y las comunicaciones preparadas".
En este sentido, la Policía Local ya dio una charla informativa a la corporación municipal y al personal técnico que forma parte del CECOPAL, unos encuentros que pondrán en marcha de cara a los vecinos y vecinas durante las próximas semanas y en el que se detallan los puntos inundables, actuaciones (como no bajar a salvar el vehículo del garaje, por ejemplo), etc.
La actuación de los imbornales se produce en paralelo al recordatorio de Alboraya a la Confederación Hidrográfica del Júcar de aseo del barranco del Carraixet y la reclamación de un calendario periódico, una petición que se repite tras varias reuniones en enero y después de entregar a su presidente la voz de cinco municipios (Alboraya, Almàssera, Vinalesa, Tavernes Blanques y Bonrepòs i Mirambell) y más de 2.000 firmas de alborayenses.















