Acció Ecologista-Agró (AE-Agró) ha presentado alegaciones al proyecto de acondicionamiento del barranco de la Saleta en el tramo Aldaia–Nuevo cauce del Turia, al considerar que la propuesta no aborda las causas reales que incrementan el riesgo de inundación en la zona y solicita que el plan se someta al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria.

En su escrito de alegaciones, AE-Agró cita el documento Propuesta de Plan para la recuperación y mejora de la resiliencia frente a las inundaciones en el territorio afectado por la DANA en la Comunitat Valenciana, elaborado por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que señala que, además de las lluvias intensas y los elevados caudales, “el grado de urbanización y la presencia de numerosas vías de comunicación que alteran el desarrollo de la inundación” son los factores que explican el riesgo en los municipios de l’Horta Sud.
Según AE-Agró, “seguir centrando las actuaciones únicamente en el encauzamiento no resolverá los problemas estructurales”, y reclama medidas urbanísticas y ambientales que prioricen la planificación del territorio, la protección de suelo rústico y de huerta, y la reducción del uso del vehículo privado.
Agró advierte de impactos ecológicos
La entidad cuestiona también que el proyecto apueste por obras duras o grises a lo largo de la Rambla del Poyo, y defiende un modelo que imite el funcionamiento natural de los cauces, siguiendo el ejemplo de varios países europeos.
AE-Agró advierte de que el encajonamiento y el desvío subterráneo del barranco podrían provocar impactos como el aumento de la velocidad del agua, la desconexión hidrológica superficial-subterránea y la pérdida de recarga de acuíferos, además del riesgo de embocamiento por sedimentos en los tramos enterrados, que reduciría su eficacia y podría causar desbordamientos en caso de obstrucción.
El colectivo muestra su apoyo a la Asociación de Vecinos del Barrio del Cristo, afectada directamente por el proyecto, y propone crear espacios de diálogo que reúnan a la sociedad civil, la comunidad científica, las administraciones y el tejido asociativo. AE-Agró reclama una ordenación del territorio consensuada y justa, en línea con el espíritu de los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción impulsados tras la DANA de 2024.
Dudas sobre la efectividad de las obras
Los ecologistas expresan también su preocupación por la capacidad hidráulica prevista, ya que el proyecto plantea un caudal de 130 m³/s, muy inferior al caudal de 360 m³/s registrado durante la DANA de 2024. Según el Servicio de Gestión de Riesgos, para un funcionamiento adecuado, el caudal de llegada debería reducirse a 95 m³/s, algo que exige actuaciones previas aguas arriba que no están contempladas en el plan.
AE-Agró recuerda que esta prescripción ya se recoge en la Resolución de 26 de agosto de 2025 de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, en la que se formula el informe de impacto ambiental del proyecto, y subraya que su incumplimiento justifica la petición de una evaluación ambiental ordinaria.
Por último, la organización lamenta que “una vez más, el proceso de información pública se convierta en un mero trámite sin efectos reales”, y apela al diálogo entre administraciones para abordar con consenso los problemas que ponen en riesgo a la población. AE-Agró insta a la CHJ a liderar la gestión de los cauces valencianos “con participación, responsabilidad y entendimiento”.





















