El Ayuntamiento de Silla, en cumplimiento de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, conocida como Ley de Memoria Histórica, ha aprobado del Acuerdo del 25 de mayo de 2018, en que se cambia la denominación de 2 calles del municipio. La calle de José María Pemán pasará a ser calle de Bonaire y la calle del Maestro Ribera pasará a ser la calle del Patín
El ayuntamiento de Silla realizará el cambio en la domiciliación de recibos municipales, así como en los datos de padrón, de oficio, de forma automática y sin molestias para la ciudadanía.
Asimismo, el cambio de denominación se comunicará al resto de administraciones públicas (Generalitat Valenciana, Diputación de Valencia, Delegación de Gobierno). También se informará a las principales empresas proveedoras de servicios (Correos, Iberdrola, Hidraqua ...).
Sin embargo, el consistorio explica que hay que asegurarse de que la dirección figura correctamente en otros recibos, entidades bancarias, lugar de trabajo o servicio de empleo, centro de salud, centro de estudios ...
El ayuntamiento recuerda que teniendo en cuenta que cada una de estas entidades y instituciones actualizará gradualmente sus bases de datos, convivirán las placas de la denominación antigua y la nueva durante un año.
Antonio Ruiz Me parece un despropósito y una enorme estupidez. Los artistas y escritores pueden, como todo el mundo, tener ideología política… ¿y que?. Lope de vega estaba enfrentado políticamente a Cervantes y Góngora. Lope de Vega representaba, un nacionalismo cultural castellano frente a un Góngora más europeísta, que recoge los modelos estéticos de fuera, pero además el autor de «La Dorotea» «rechaza los modelos clásicos y, junto con Quevedo, más joven que él, se erige en representante de una literatura más castiza y española». ¿a quien quitamos la calle? Si nos ponemos en ese plan integrista… ¿Acaso podemos criticar con justicia a la derecha recalcitrante sin caer en el mismo defecto que ellos?
No se le quita el nombre por artista, si no por sus actos políticos: la depuración de miles de maestros e incitar a las tropas sublevadas a cometer el genocidio que cometieron. El objetivo de la Ley de Memoria Histórica es tan sencillo como quitar los honores a los criminales de la dictadura (todos los demócratas estamos de acuerdo en eso), así como dignificar a las víctimas de la dictadura. Que los franquistas le rindieran homenaje dandole el nombre de una calle (que ya tenía nombre) a unos de los mayores ensalzadores y homenajeadores de su dictadura debería ser por si solo motivo de rechazo para un demócrata.