Belloch explicó que los voluntarios del Grupo se encuentran bien y con muchas ganas de seguir trabajando. En las últimas horas se ha producido un cambio en el mando de las operaciones, pasando del Ejército nepalí a Naciones Unidas. Tras el tiempo de espera propio del traspaso, se han asignado nuevas zonas de trabajo más próximas al epicentro, hacia donde se han trasladado con el transporte facilitado.
El objetivo principal de la intervención permanece invariable, según Belloch, es ayudar a la población afectada de todas las formas a su alcance. “La mejor noticia sería rescatar víctimas con vida. Desafortunadamente, esto no ha sido posible hasta el momento, pero el equipo se siente satisfecho por el trabajo que está desarrollando y animado por el agradecimiento recibido de parte de los ciudadanos nepalíes en estos momentos tan difíciles para ellos”, según el jefe del grupo.
La ONG IAE trabaja en la capital, salvo en la primera jornada que trabajó en Bhaktapur, a 13 kilómetros de Katmandú. El radio de acción de las operaciones de rescate se amplía progresivamente hacia el exterior de la ciudad.
Belloch explica que este terremoto es “particular, dada la falta de homogeneidad de las construcciones de la zona urbana. Es posible encontrar zonas de edificios escasamente afectados mezcladas con edificios totalmente colapsados, con una disgregación muy variable de materiales. Edificios como hospitales y colegios, en general, han soportado el terremoto aunque han sufrido daños. A la hora en que se produjo el temblor, la mayor parte de la población estaba en sus casas, por lo que son los edificios de viviendas derrumbados los que mayor número de víctimas albergan”.
El problema del que informa el ejército nepalí para intervenir en las zonas rurales, “es que las vías de comunicación están cortadas, el transporte aéreo es muy escaso y por tanto los accesos son muy complicados. Dichas poblaciones rurales están muy dispersas, ocupan una gran extensión de terreno con una escasa densidad de edificios y a una gran altitud”.
Belloch recuerda que “el tiempo corre en contra de las probabilidades de supervivencia de las víctimas. La esperanza de encontrar supervivientes de nuestro Grupo sigue intacta, y otro aspecto del que el equipo está satisfecho es de la ayuda que están prestando a las familias, acabando con la terrible incertidumbre sobre sus seres queridos desaparecidos y sobre todo evitando que se pongan en situaciones de muy alto riesgo al intentar buscarlos por sí mismos”.
El Grupo de Rescate de ONG IAE no tiene cerrada una fecha de vuelta. Ésta depende de la ampliación del radio de acción de los trabajos y del criterio de la ONU para poner fin a las operaciones de rescate. La ONG IAE seguirá en Nepal todo el tiempo que le sea posible, ayudando en todo lo que pueda y haciendo todas las gestiones por si fuera necesaria cualquier otro tipo de ayuda y colaboración para la población que tanto lo necesita.
El Grupo Especial de Localización y Rescate de la ONG IAE agradece las innumerables muestras de apoyo que “nos hacen sentir respaldados y nos mantiene la moral alta para seguir con su trabajo”.
