Un vecino de Albal, yerno de la víctima, se declara autor del asesinato del hombre decapitado hallado en Jérica

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Efectivos de la Guardia Civil detuvieron ayer a la pareja de la la hija del hombre cuyo cadáver decapitado fue hallado en el Pantano del Regajo de Jérica (Castellón) el pasado domingo por unos piragüistas. El presunto autor de los hechos se entregó ante el temor de ser descubierto, según informaron en un comunicado fuentes de la Benemérita.
Así, a las 14.30 horas de ayer, S.S.T., de 35 años y vecino de Albal, se presentó en dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia, acompañado de su abogado, y se declaró autor de la muerte del padre de su compañera sentimental, cuyo cadáver abandonó en un pantano de la provincia de Castellón, según dijo.

El suceso tuvo lugar el pasado 1 de junio, en el domicilio de la víctima, R.P.E., de 78 años, situado en Torrent, cuando el detenido supuestamente le golpeó fuertemente en la cabeza y le causó la muerte por causas que se están investigando.

Posteriormente, tras decapitarle y cortarle las manos para evitar su identificación, lo trasladó en una furgoneta hasta el Pantano del Regajo, situado en Jérica (Castellón), en cuyas aguas arrojó el cadáver sujeto con cadenas a un lastre.

El presunto autor, al ver en los medios de comunicación que el cadáver había sido hallado y ante el temor de ser descubierto, decidió entregarse ayer a la Guardia Civil y contar detalladamente lo sucedido.

La Guardia Civil, a partir de los datos facilitados, localizó en el término de Torrent (Valencia) enterradas la cabeza y las extremidades que le habían sido seccionados a la víctima.

El cadáver de R.P.E. fue hallado el mediodía del pasado domingo por unos piragüistas, por lo que se desplazaron al lugar efectivos del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de Valencia, Laboratorio de Criminalística y del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Castellón, quienes se hicieron cargo de la investigación.

El cadáver se encontraba a unos 10 metros de la orilla del pantano y estaba sujeto con una cadena a dos ladrillos, uno de ellos de hormigón, pese a lo que emergió lo suficiente para ser descubierto.

Tras el levantamiento del cadáver, el mismo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Castellón, donde se le realizó la autopsia, que confirmó la muerte violenta.

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