Dansaes, música y tradición valenciana protagonizaron el acto en el que la ciudad de Torrent homenajeó a su figura más singular: El Granerer. La escultura ubicada en la plaza Moralets representa a un personaje típico de la idiosincrasia torrentina. Se trata del homenaje a todo un gremio de artesanos que hizo a la ciudad famosa por la calidad de sus escobas. 
El acto se inició con una dansà, que comenzó desde el Ayuntamiento y que acabó en la plaza. La comitiva la cerraban las falleras mayores de Torrent y la corporación municipal, encabezada por la alcaldesa, María José Català. Al llegar a la escultura, las máximas representantes de las fiestas falleras depositaron un centro de flores a los pies de la escultura. Una rondalla a cargo de los tres grupos de folklore que existen en la ciudad cerró el acto. Fueron muchos los vecinos que participaron en este singular acto.
Pólvora para una lucha festiva
La primera gran batalla ya se ha librado en Torrent. La trabucà inicial de las fiestas patronales invadió a las 19 horas el casco antiguo con kilos de pólvora que llamaban a la guerra. El bando moro bajó desde el colegio Monte-Sión hasta el encuentro de los cristianos que subían hacia la Torre, lugar en el que la batalla se fraguó con más intensidad.
Tras la representación de la discusión, protagonizada por el capitán moro, Julio Silla, y la capitana cristiana, Isabel Olmos, las huestes de la media luna surgieron vencedoras de esta lucha festiva que tendrá su continuación mañana, 28 de julio, cuando se celebre la segunda trabucada en la única guerra en la que antes de librarla se sabe quienes serán los vencedores.
