Serafín Simeón: “La renovación en las filas de PP y PSPV va a eliminar la crispación y a devolver a los vecinos la confianza en los políticos”

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Serafín Simeón, alcalde de Silla por primera vez, es una de las jóvenes apuestas que el PP ha hecho en la comarca de l’Horta Sud tras los buenos resultados que le reportó, en 2007, María José Català en Torrent. La situación no es la deseada por ningún candidato, sin embargo, Simeón afronta la difícil legislatura con la convicción de que va a suponer un punto y aparte en la crispación que se había instalado en la política local. “Todos vamos a remar en la misma dirección” para salir de la crisis económica, asegura. El primer edil analiza con Hortanoticias.com este y otros retos que se plantean hasta 2015.
Pregunta: ¿Cómo ha encontrado el Ayuntamiento económicamente? ¿Peor de lo que esperaba?

Respuesta: La verdad es que muy mal. Estamos preparando un Plan de Viabilidad porque nos hemos encontrado en el punto de que no había dinero ni para pagar las nóminas de los funcionarios y empleados. Silla tiene una deuda histórica con bancos que ya es de 12, 8 millones de euros. A los proveedores, el Ayuntamiento debe 4 millones. Además, este año tenemos que devolver una póliza de crédito de 1, 5 millones. La situación es grave. Llevo siete años trabajando como funcionario. Esperaba que fuera mala, pero no me esperaba tan poco margen de maniobra. Los técnicos del área económica buscan una solución. El verdadero problema va a ser compatibilizar la necesidad de reconducir las cuentas del Ayuntamiento con el objetivo de fomentar empleo y superar la crisis.

P: ¿Por dónde va a empezar a recortar?

R: Hemos paralizado obras. No hay dinero para pagarlas. Somos conscientes de que eso puede frenar la rueda económica. Hay que reajustar el personal, reasignar el presupuesto. Se ha hecho una mala previsión de ingresos. En estos momentos, hay que mirarlo todo, revisar los servicios que se están ofreciendo de más y no son necesarios. También tenemos transferencias pendientes de cobro de todas las administraciones públicas pero están igual que nosotros y no podemos contar con ese dinero para hacer previsiones. Siempre se quiere mantener el nivel de gobiernos anteriores en obras e inversiones pero hay que ser realista y, si le explicamos la situación a la gente, lo entenderá.

P: ¿Ha reducido el gasto en concejales y asesores?

R: Sí, un 40%. De 180.000 a 105.000 euros. Ese era uno de nuestros compromisos. Solo tenemos una persona de confianza: el Gabinete de Comunicación. El resto de personal de Alcaldía son funcionarios. De todos modos, hay que reestructuras todas las áreas, diseñar un organigrama de personal claro, empezar por ahí.

P: En esta situación, ¿qué es prioritario, irrnunciable?

R: El problema a corto plazo es la Tesorería, no hay caja. Nuestra prioridad son las partidas sociales y el fomento del empleo pero necesitamos tesorería para afrontar los gastos básicos y la plantilla actual necesaria para ofrecer estos servicios. Pero es una situación muy complicada. Por ejemplo, las becas de comedor llevan desde febrero sin poder pagarse. Esa es la situación. Nuestro objetivo es la austeridad, prestación de servicios sociales, dejando los grandes proyectos e inversiones y confiando en que las acometan las administraciones supramunicipales que tienen las competencias. En cuanto al fomento del empleo, priorizamos programas como escuelas taller, cursos de formación o la bonificación a empresas que creen empleo.

P: Ha pedido la paralización de algunos proyectos importantes económicamente hablando…

R: Si hablamos del centro previsto en el Parque Natural de La Albufera, hay que decir que nosotros hemos reivindicado el parque natural pero entendemos que, con esta crisis, al Ministerio le puede resultar muy gravoso gastarse entre 10 y 12 millones de euros en ese proyecto. Es verdad que Silla ha sido reconocido como municipio turístico recientemente y necesitamos alicientes y, de hecho, el proyecto nos parece fenomenal. Pero reconocemos que, si no se puede afrontar, sería más positivo realizar uno menos ambicioso que se centre más en el Puerto. Por otra parte, hemos ordenado la paralización del proceso de licitación de la primera fase del Parc de les Eres que se iba a financiar con el Plan Confianza de la Generalitat. Creo que los vecinos no aprobarían un gasto de 1, 5 millones de euros en un parque en la época que vivimos. Lo vamos a estudiar, no renunciamos al proyecto pero sí lo vamos a analizar y estudiar. El dinero no se pierde, de momento, se paraliza.

P: ¿Cree que ha habido mala gestión del Gobierno municipal o la crisis se ha cebado especialmente con Silla?

R: No. Es una bola que empezó hace muchos años y ahora ha explotado. Ya no se trata de facturas impagadas por mala planificación de ingresos. La deuda con los bancos es histórica. Todos los gobiernos que han pasado por Silla han puesto su granito de arena para llegar a esta situación. Ahora estamos atados de pies y manos ya hemos llegado al nivel de endeudamiento máximo permitido por ley.

P: ¿Será más difícil aún la legislatura gobernando en minoría?

R: Creo que no. En otras legislaturas, ha habido un clima muy tenso. Sin embargo, con la renovación por parte de los dos grandes partidos –PP y PSPV- la desconfianza que los vecinos tienen hacia los políticos va a desaparecer. Además, todos somos conscientes de la situación y el equipo de Gobierno va a ser transparentes y a pedir su colaboración. Creo que en el pleno de investidura ya se vio que el clima político iba a ser mucho más cordial que en legislaturas pasadas.

P: Silla es el pueblo de l’Horta con más grupos políticos en el Ayuntamiento y el único con dos concejales de España 2000, ¿cómo interpreta este curioso panorama político?

R: Creo que tantas fuerzas políticas es un poco culpa de todos. Es el resultado de la crispación de los últimos 16-20 años. Muchas disputas políticas han acabado en la fundación de partidos independientes. Además, no había referentes políticos en los dos grandes partidos. Si se hubiera hecho bien las cosas, no hubiera habido tanta disgregación del voto. Respecto a España 2000, achaco sus resultados a la desconfianza que el pueblo tenía con los dos partidos mayoritarios y con los políticos en general y con la actual situación de crisis. Tenemos tasas de paro por encima de la media. Es una situación muy desesperante y, en ese contexto, el discurso fácil de los grupos minoritarios, con propuestas difíciles que saben que no van a tener que cumplir porque no van a gobernar, gana adeptos. Como decía, el clima de crispación es favorable a esa situación.

P: Desde su experiencia como secretario del Consell Agrari Local, ¿qué futuro cree que le espera a la agricultura?

R: La agricultura vive un momento muy complicado. Abrir los mercados implica importaciones de fuera de la Unión Europea y a nosotros nos exigen pasar controles muy exhaustivos y tenemos una mano de obra más cara. Eso hace que la diferencia de pecios sea perjudicial para nosotros. También es un problema la diferencia de precios del campo al consumidor, esa desproporción es muy elevada. El problema es complicado En Silla tenemos 1.100 hectáreas de arroz, un sector fijo que hay que trabajar. Históricamente, los agricultores de Silla no han estado bien organizados. No había una cooperativa y el precio lo ponía el comerciante. No éramos fuertes. Nos ha costado organizarnos. Es un sector que está pagando duramente la crisis económica. Además, es difícil remontarlo porque hay poca gente joven que quiera heredar el trabajo agrario.

P: ¿Pueden ser los agricultores un valor económico de Silla o el futuro pasa por una economía más terciaria, de servicios?

R: Tradicionalmente, Silla ha sido agricultor. Además, el ‘boom’ de la construcción benefició a nuestra importante industria de la madera y el mueble. Pero ahora hay que buscar nuevos mercados. Buscar otra forma de organizarse. Tenemos que intentar potenciar y reconducir la situación.

P: ¿Y qué tal el turismo?

R: Pienso que hay que reinventarse con nuevos proyectos. Silla tiene el puerto, yacimientos arqueológicos en muchas zonas del municipio, un museo arqueológico y de historia, buena gastronomía, fiestas… Todo hay que potenciarlo. Pero la solución no pasa por la construcción. Silla ya está saturada, se ha cumplido con las previsiones del Plan General. Ahora hay que reinventarse y buscar nuevas fuentes de financiación. © Celia Dubal/Hortanoticias

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