Paterna ha vivido con intensidad sus desfiles de Moros y Cristianos en los que una treintena de comparsas han rivalizado en colorido, majestuosidad y arte por dos noches consecutivas. Si la Capitanía Cristiana, Els Vilaragut, sacó a la calle sus armas más poderosas con un boato conformado por guerreros que realizaron coreografías plenas de fuerza, fue el bando Moro capitaneado por Realistas quien hizo de la sensualidad y la plasticidad sus argumentos para cautivar a los espectadores. 
En la noche de ayer más de 20.000 personas presenciaron la Noche Mora llenando por completo las aceras de todo el recorrido por el casco urbano. No era para menos, pues por dos noches consecutivas estas avenidas fueron testigo del paso de espectaculares carrozas, caballos, dromedarios, exhibición de cetrería, oasis que cobraban vida y una treinta bandas de música como puesta es escena de ambos bandos en los desfiles. Junto a ellos los cientos de comparseros que pusieron todo de su parte y unos espectaculares vestuarios para aportar lo mejor de sí mismos a seguir mejorando los desfiles con cada edición.
Tras la exhibición de poderío del sábado y el domingo hoy es el día en que los más pequeños comparseros, el relevo de la Fiesta, protagonizan el desfile infantil. Mañana finalizarán estos cinco días de rivalidad Mora y Cristiana con el acto de entrega pacífica de las llaves de Paterna al Rey Jaime I, que permitirá una paz duradera y justa para ambos bandos en igualdad de derechos, pasando a ser “un solo pueblo”, por orden del Rey.
