La quinta edición del 10dB, el Festival de las Artes Escénicas de Burjassot, apagó las luces en la noche del domingo 17 de mayo en una Plaza del Ayuntamiento a rebosar de gente que, mientras disfrutaba de los puestos medievales, se resistía a cerrar la última jornada del festival más multitudinario de la joven historia del 10dB, que ha congregado a 75.000 personas en esta localidad. 
Desde el concierto de Vetusta Morla & Cía que inauguró el festival el 7 de mayo, hasta las últimas horas del Mercado Medieval, han sido más de 75.000 personas las que han vivido y han formado parte del 10dB 2009. Así, el éxito de participación se ha dejado sentir en todos los grandes bloques de la programación. En los espectáculos de taquilla y también en los de animación de calle e infantiles gratuitos, se han registrado alrededor de 36.500 espectadores. Destacó el ‘No hay entradas’ para Serrat, Faemino y Cansado o Els Joglars, semanas antes de la celebración del evento.
También hubo que cambiar el escenario en los conciertos de Pedro Guerra y Russian Red porque el Tívoli se quedaba pequeño para un público que no dejaba de crecer.
Pero si notable ha sido el éxito de público en estos eventos, tanto o más ha sido el éxito de las jornadas eminentemente populares. La celebración de la I Jornada de Cultura Tradicional abarrotó el centro de Burjassot a lo largo de un soleado domingo en el que las entidades culturales y otras llegadas de otros pueblos como Algemesí, Sueca o L’Alcudia hicieron gala de su arte y su buen hacer en la Plaza del Ayuntamiento, el Paseo Concepción Arenal, la plaza de San Roque y todas las calles circundantes.
También fue masiva la celebración del esperado y mimado Mercado Medieval, que se saldó con la visita de cerca de 40.000 personas las cuales, tanto el sábado como el domingo, pasearon y disfrutaron de un goteo continuo de animaciones, espectáculos, comidas, cenas y un sinfín de artículos de artesanía.
Según han explicado fuentes de la organización, el 10dB 2009 ha sido especial por muchos motivos. Su programación en un año económicamente complicado introdujo cambios y una importante reducción de presupuesto que, no obstante, se ha traducido en un festival marcado por la calidad y la innovación y en una decidida y valiente apuesta por el triunfo de la cultura.
