Desde Policía Local comprobaron que se produjo una gran presencia de vecinos de otros municipios que acudieron a contemplar los desfiles, dada la gran afluencia de vehículos que accedieron ambas noches al casco urbano.
El sábado hicieron su entrada en la ciudad los ejércitos del bando Moro, capitaneados por la comparsa Marrakech. Pascual Ródenas, Capitán Moro, y Noelia Ruiz, la abanderada, hicieron su entrada sobre espectaculares carrozas, acompañadas por un boato en el que hubo vistosas coreografías por parte de un grupo de guerreros escorpión, veloces cabalgadas de dromedarios, especialistas en malabares y hasta un curioso grupo de ocas que provocaron las risas de los espectadores.
Tras Marrakech todas las comparsas moras de Paterna con sus respectivas bandas de música desfilaron ininterrumpidamente durante cerca de tres horas en las que derrocharon arte y pasión por la Fiesta, entre ellas, Alhama que cumplía 40 años de desfiles, la comparsa más veterana de Paterna.
Apenas 24 horas más tarde entraban en escena los ejércitos Cristianos, situándose a la vanguardia de los mismos la comparsa Caballeros Templarios, capitana del 2013. Espectacular fue la entrada de la abanderada, Eva Morales, sobre una carroza que representaba una gran espada. Junto a ellos un impresionante boato en el que destacaba un combate singular de caballeros de la Orden del Templo.
El capitán Cristiano, Aurelio Macias, llegó acompañado de un terrorífico grupo de gárgolas. En el bando Cristiano, la comparsa Corsarios, en su trigésimo aniversario aportó al desfile un gran barco sobre el que iban montados los más jóvenes, así como un grupo de bailarinas. La reina de las Fiestas, Lidia Catalá, y su Corte de Honor presidieron ambos desfiles participando en los mismos esporádicamente por invitación de distintas comparsas.
Tras dos noches en las que las comparsas Moras y Cristianas han medido sus fuerzas con un resultado muy parejo, será mañana martes cuando tendrá lugar el encuentro de ambos bandos a las puertas del Palacio del Ayuntamiento. Moros y Cristianos están citados a revivir la entrada del Rey Jaime I El Conquistador y el papel clave de Na Violant d’Hongria para evitar que la tensión entre ambos bandos culminara en derramamiento de sangre y la guerra no afectara al pueblo de Paterna.
