Durante la procesión de las fiestas del pasado mes de septiembre, Mª Pilar Soriano, vecina de Puçol, vio cómo estaba abierta la casa donde vivió Mariano Amigó, en la calle Morvedre. Preguntó a los vecinos y, finalmente, pudo localizar a los actuales propietarios, familiares del hombre que trajo el agua potable al pueblo, construyó la Casa Social en los años 20 y creó el Barrio San Claudio para dar vivienda a 300 personas, algunas de las cuales no podían pagar ese alojamiento.
La historia podría haber quedado en anécdota si no fuera porque Mª Pilar es la Directora Académica del Master Universitario en Conservación y Restauración de Bienes Culturales, por lo que pronto habló en su departamento de la existencia de una doble vivienda en el casco antiguo de Puçol (la casa noble y la casa del servicio) sobre la que hay un proyecto de crear una casa-museo.
El proyecto, impulsado por Vicente Villar, farmacéutico y profesor del CEU San Pablo, ya ha sido planteado al Ayuntamiento de Puçol, junto a la edición de un libro con la biografía de Mariano Amigó, cuya preparación está a cargo el equipo que ya editó Puçol en la memòria el pasado mes de marzo (Sonia Pineda, Encarna Sebastiá, Manel Alonso y el Departamento de Comunicación municipal) con vistas a que se presente al público en enero del próximo año.
Conocido el proyecto, faltaba estudiar la casa para comprobar si se podía organizar prácticas de algún tipo en el edificio, por lo que el 24 de noviembre recorrieron las dependencias Vicente Villar y Mª Pilar Soriano, acompañados por Julia Osca, directora del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Universidad Politécnica de Valencia, y José Luis Regidor, responsable de la restauración de las pinturas murales en las iglesias San Nicolás Obispo y San Pedro Mártir de Valencia.
“En principio venían a ver las paredes, porque hay posibilidades de organizar prácticas con los alumnos, para que trabajen sobre las pinturas murales y al fresco, restaurándolas a fin de extraer las más antiguas, que ahora están tapadas en algunas habitaciones”, explica Vicente Villar.
Tras recorrer ambas viviendas, la noble y la del servicio, concluyeron que no sólo la pintura, también se pueden plantear prácticas para algunos elementos del mobiliario o la amplia colección de tejidos. Pero la idea necesita del visto bueno de los profesores encargados de esas otras áreas.
La segunda visita de profesores de la Universidad Politécnica se realizará en diciembre y ya se trabaja en un plan de restauración de las pinturas de toda la casa, junto a parte del mobiliario y las sotanas y otras prendas del presbítero Mariano Amigó. Todo el trabajo formará parte de las prácticas de los alumnos, en un proyecto supervisado continuamente por Julia Osca y el personal de su departamento.
Algo que valora muy positivamente el descendiente y propietario de la casa-museo: “la visita ha sido muy productiva porque, después de comprobar in situ lo que se conserva, han decidido volver con expertos de otros departamentos, para intentar también trabajar sobre el mobiliario y los tejidos que hay en distintas dependencias, casi todos procedentes del Sindicato de la Aguja, otro de los proyectos formativos que se llevaron a cabo en la Casa Social hace casi un siglo”.
Todo apunta a que en 2016 habrá movimiento en la casa-museo y en torno a la figura del creador del Barrio San Claudio, porque al trabajo del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales se une la colaboración del Ayuntamiento en la edición del libro con su biografía: segundo libro de recuperación de la historia local que verá la luz en menos de un año.
Qué buena noticia. Soy hija de ¿puzoleños o puzolenses?, Vivo en Argentina desde 1951. Mis padres murieron hace muchos años, pero todos sus relatos de infancia y juventud eran de Puzol- allí se casaron-, adonde he vuelto en varias oportunidades a visitar la familia. Esta noticia me la envió un valenciano de la Vilavella, director del Museo del Pueblo de donde es oriundo el magnífico escritor Manuel Vicent.