En estos momentos, la empresa adjudicataria del contrato de revisión y estudio de la torre de vigilancia está ultimando la presentación de los resultados de su estudio y, a primera vista, no parece que haya ninguna deficiencia, por lo que probablemente podrá utilizarse, según fuentes municipales, a partir de la semana que viene. A pesar de que no haber detectado ninguna deficiencia en la estructura, el estudio del estado de la torre era necesario para cumplir con la prevención de riesgos laborales y, por ello, se prohibió su uso hasta que se realizara un informe por parte de una empresa especializada.
Los vecinos de la Canyada insisten en el riesgo que conlleva no tener operativo este medio de vigilancia durante los meses de junio y julio y más teniendo en cuenta que está siendo un verano muy complicado en cuanto a altas temperaturas. En ese sentido, desde el equipo de Gobierno aseguran que las patrullas medioambientales de la Policía Local están trabajando a pleno rendimiento vigilando el bosque ante posibles conatos de incendio.
Sobre el cierre de la torre, el gobierno socialista alega que, cuando tomó posesión, el día 13 de junio, ya empezada la campaña, no se había realizado ningún trámite para llevar a cabo la inspección de la estructura y su puesta en funcionamiento. En un mes han sacado el servicio a concurso, lo han adjudicado a una empresa y esta ha realizado el montaje de un andamio para estudiar la torre. Un montaje que ha llevado cuatro días de trabajo ya que hasta el lugar donde se ubica la torre no pueden acceder los vehículos y se han tenido que trasladar las piezas a mano.
Por ello, desde el Gobierno municipal aseguran que están realizando los trámites lo más rápidamente posible y, si se confirma que no existe ninguna deficiencia en la torre, esta podrá ser utilizada ya la semana que viene, antes de que concluya julio.
Desde la Junta de Barrio de la Canyada, su presidente, Pepe Carot, se ha mostrado muy crítico, sin embargo, puesto que, asegura, “a los vecinos no se nos dejan de cobrar impuestos porque sea campaña electoral o cambio de Gobierno así que el Ayuntamiento tampoco debería paralizarse por ello”. En ese sentido, señala que los vecinos se limitan a exponer un hecho: su preocupación por que a 22 de julio siga sin estar operativa la torre de vigilancia desde donde se pueden detectar incendios mucho más fácilmente y actuar más rápido para controlarlos.
Por otra parte, también denuncian que en la pasada Junta de Barrio, celebrada en junio, los representantes del equipo de Gobierno se comprometieron a ponerse en contacto con otros ayuntamientos colindantes con el bosque como Manises y Riba-roja y a reunirse con Conselleria y Diputación para conocer los medios disponibles y solicitar más ayuda contra los incendios en la Vallesa. Sin embargo, en la reunión del pasado lunes, los representantes municipales confirmaron que aún no se habían producido esas reuniones a pesar de haber solicitado alguna de ellas.
“Tampoco se ha producido un encuentro o conversación entre el Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica del Júcar para limpiar de cañas el cauce del río, una zona muy sensible”, ha explicado Carot, quien ha recordado, además, que el Consistorio tampoco ha recopilado aún la información sobre los solares abandonados que se encuentran cercanos al bosque y que no están limpios, lo que supone un riesgo añadido.
Cámara de infrarrojos
En el mes de mayo, el PP, entonces en el gobierno, anunció la instalación de una cámara de infrarrojos en la torre de vigilancia que permitiría detectar conatos de incendio también en horario nocturno, cuando no hay agentes en la torre. Para los vecinos, la instalación de la cámara de infrarrojos es importante pero señalan que habría que saber si su instalación, que puede llevar unos diez días, interrumpiría el uso de la torre porque, de ser así, según Carot, “habría que plantearse si vale la pena retrasar el uso de la torre otros diez días para instalar la cámara”.
Por su parte, desde el Consistorio señalan que la instalación de la cámara es un tema paralelo a la inspección de la torre ya que el aparato a penas pesa un kilogramo y no ha sido su instalación la causa por la que se ha procedido a revisar la estructura aunque no han precisado que su instalación pueda inutilizar la torre varios días más de lo previsto.
Podas abandonadas
Por su parte, el concejal de Compromís en Paterna, Carles Martí, añade un nuevo elemento a la polémica y alerta de que “la desidia de la empresa municipal GESPA y del Ayuntamiento, en recoger los restos de poda en la Canyada, está haciendo que se cree un potencial peligro de incendio en el barrio dadas las elevadas temperaturas de la época y el estado de las ramas que hay abandonadas en los caminos y las aceras del barrio. Queremos que la situación se solucione a la mayor brevedad para evitar posibles riesgos para las personas y el bosque de la Vallesa”.
“Tenemos que recordarle al alcalde que el consistorio está obligado a vigilar que, con la subida de temperaturas, sobre todo estos días que tenemos ola de calor, el término municipal tenga garantizadas las máximas condiciones de limpieza de vertederos y restos de podas y vegetación, evitando que se conviertan en munición para un incendio. En caso de que se produjera el peor escenario, el alcalde y su equipo de gobierno tendrían que asumir su responsabilidad”, ha declarado Martí quien ha considerado que, “un verano más, el Ayuntamiento de Paterna suspende en prevención de incendios forestales”.
