La tercera manifestación por la sanidad pública concluye con una sonora pitada

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Los vecinos de Mislata no perdonan a su alcalde, Manuel Corredera, que no se ponga de su parte en la lucha contra la adscripción al departamento de salud de Manises, cuyo centro hospitalario de cabecera está gestionado por una empresa privada. De nuevo, cientos de mislateros han salido a la calle para exigir que el hospital Militar Vázquez Bernabeu sea su centro de referencia público. La marcha, tercera de las celebradas hasta ahora, ha concluido con una gran pitada contra Corredera.
Los cientos de mislateros que cada jueves desde hace prácticamente un mes secundan la manifestación convocada por la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos lo tienen claro: el cambio de La Fe al hospital de Manises supondrá una pérdida de calidad en su atención sanitaria. Consideran los convocantes que es una defensa justa de los derechos de los habitantes de Mislata y por ello, han criticado duramente la ausencia del primer edil contra el que han pedido una sonora pitada por “no estar al frente del pueblo como es su obligación”.

De nuevo la exigencia de que el Hospital Militar sea un centro de especialidades completo y sus instalaciones se aprovechen para crear un centro hospitalario público que atienda a los vecinos del municipio ha sido una de las primordiales reivindicaciones de la manifestación. Y, como consecuencia, el rechazo a la adscripción al departamento de salud de Manises que, además de ser de gestión privada, implicaría abandonar el “buque insignia” de la sanidad valenciana: La Fe.

A pesar de tratarse de la tercera manifestación, la asistencia ha sido similar a la de las dos anteriores. Cientos de personas que, como novedad, han salido 'armadas' con silbatos y cacerolas para acompañar con estruendo sus protestas y asegurarse de que todos se dan por enterados de lo que piden.

El portavoz de la Coordinadora, Julián Martínez, ha anunciado que el próximo lunes mantendrán una reunión con la Conselleria de Sanidad como parte de las negociaciones que están llevando a cabo desde la agrupación vecinal. “Si el resultado de la reunión es positivo para Mislata, desconvocaremos las manifestaciones porque el objetivo no es armar guerra en la calle, sino defender nuestros derechos".

La próxima cita es el jueves, 22 de octubre, en la puerta del Hospital Militar que da a la calle Dolores Ibárruri.

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