Las investigaciones se iniciaron en septiembre, al tener conocimiento los agentes de que en varias localidades próximas a Valencia se habían producido hurtos por cantidades importantes de dinero, cometidos a personas de avanzada edad, bien en la calle o en el interior de comercios y en la que previamente las víctimas habían efectuado reintegros de dinero en distintas entidades bancarias.
El primero de los hechos se produjo el día 20 de septiembre en un supermercado de Paterna, cuando sustrajeron a una persona una cartilla bancaria y 500 euros. Diez días después, en Mislata, le hurtaron a otra persona 300 euros. El día 23 de octubre en Burjassot se produjo otro hurto, esta vez de 600 euros y una cartilla bancaria. Una semana después, le sustrajeron a otra persona 1.300 euros en un supermercado de Valencia y otros 100 en otro establecimiento comercial. En todos los casos, las víctimas eran personas de avanzada edad, que momentos antes habían sacado dinero del banco.
Siguiendo varias pesquisas, los policías identificaron a dos mujeres de origen búlgaro que, al parecer, entraban en entidades bancarias, elegían a sus víctimas, normalmente personas de avanzaba edad que acababan de extraer cantidades de dinero y, posteriormente, les seguían para sustraerles el dinero al descuido.
Como resultado de las investigaciones, los agentes arrestaron a las dos sospechosas en las inmediaciones de una entidad bancaria del distrito centro de Valencia, como supuestas autoras de cinco delitos de hurto.
Las detenidas, con antecedentes policiales por hechos similares, pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia.
