La familia de José Celda urge a las administraciones a acelerar el proceso de apertura de la fosa de Paterna

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Cuando Pepita Celda se despidió de su padre en la cárcel modelo de Valencia, tuvo que aguantar con todas sus fuerzas las ganas de llorar porque se lo habían prohibido. Más de 70 años después, asegura que ese episodio le marcó de tal forma que ahora apenas sí puede derramar alguna lágrima cuando clama por que se acelere el proceso de exhumación del cadáver de su padre, supuestamente enterrado en la fosa común del cementerio de Paterna.
En una rueda de prensa, Pepita, y el responsable del Grupo por la Recuperación de la Memoria Histórica de Valencia, Matías Alonso, han explicado el porqué de la urgencia de abrir la fosa para exhumar el cadáver de José Celda, fusilado en abril de 1940 después de ser acusado, según su hija, de unos crímenes que no cometió en su pueblo natal, Massamagrell.

Gracias a una propina que la hermana de José Celda dio al enterrador del cementerio de Paterna, su familia sabe que está enterrado en un lado de la fosa, en la última saca (es decir, en la parte más superficial) y con una botella de cristal por lo que la apertura de la fosa no alteraría al resto de los más de 180 cuerpos que, según el arqueólogo municipal de Paterna, hay allí enterrados.

Tanto la familia como el GRMH solicitan a las administraciones competentes que se acelere la tramitación para dar una respuesta sobre la apertura de la fosa ya que la familia de José Celda consiguió una subvención del Ministerio en noviembre de 2011 para sufragar parte de los gastos de exhumación, una importe económico que, si no se emplea antes de un año, tendrá que ser devuelto por lo que, según Alonso, “Pepita y su familia están ya en el tiempo de descuento”.

Según Alonso, a pesar de la buena voluntad mostrada por el alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí, en las reuniones mantenidas en las que, incluso, el primer edil se comprometió a sufragar el coste del traslado del monolito homenaje a las personas enterradas en la fosa y su posterior recolocación una vez cerrada de nuevo la fosa, “parecen estar dilatando en el tiempo la autorización definitiva para su apertura”.

En ese sentido, ha criticado que el Ayuntamiento sacara hasta tres veces a exposición pública la apertura de la fosa incluyendo a los familiares, con algunos de los cuales se puso en contacto telefónico, de 186 personas supuestamente enterradas allí. Según Alonso, no era necesario avisar más que a los familiares de las quince personas soterradas en la misma saca que Celda, la más superficial, porque no se va a tocar el resto de la fosa tanto si se encuentra el cuerpo del padre de Pepita como si no.

De hecho, Pepita Celda firmó ante notario que, si en la apertura no encontraba el cuerpo de su padre con la botella y enterrado en el lugar que dicen los testigos y los registros, se conformará y abandonará la empresa sin necesidad de que se trabaje más en la fosa del cementerio de Paterna.

El responsable del GRMH de Valencia también ha señalado, como muestras de la desidia que, en su opinión, tienen las autoridades valencianas en el caso de esta exhumación, el hecho de que el Ayuntamiento trasladar el expediente a la Conselleria de Justicia y, después de que esta se declarar incompetente, se trasladara a Presidencia en lugar de dirigirlo, directamente, a la Conselleria de Sanidad que es, según Alonso, quien decide sobre los traslados de restos cadavéricos entre cementerios de la provincia de Valencia como es este caso (la familia de Celda quiere enterrarlo en Massalfassar junto a su esposa).

Desde el Ayuntamiento de Paterna, sin embargo, insisten en que no tienen “ningún tipo de oposición” a que se abra la fosa y, de hecho, confirman la oferta del alcalde de, no sólo pagar el traslado y reposición del monolito sino, si es necesario, una parte del coste de los trabajos arqueológicos.

Sin embargo, señalan que todo el procedimiento que han llevado a cabo ha sido en base a las opiniones de los técnicos municipales, tanto el hecho de informar a las familias de todas las personas enterradas en la fosa como el trasladar el expediente a la Conselleria de Justicia a pesar de las advertencias del propio Matías Alonso en las reuniones que mantuvo con Agustí.

En ese sentido, el Ayuntamiento de Paterna asegura que trasladó el expediente a la Conselleria de Justicia en septiembre de 2011 y no obtuvo respuesta hasta el 9 de febrero de 2012 en la que se le comunica que deben remitir el expediente a la Conselleria de Presidencia. Así lo hizo el Consistorio tres días después y, a finales de abril, recibió un escrito señalando que el asunto se había remitido al Gabinete de Presidencia para su estudio.

Por lo tanto, insisten desde el Consistorio, aunque son conscientes de que existe cierta demora, no está en manos del Ayuntamiento acelerar el proceso. De hecho, coinciden con la familia de Celda en el deseo de que el asunto se resuelva cuanto antes y reiteran que el Ayuntamiento de Paterna no tiene ninguna objeción a la apertura de la fosa común del cementerio municipal.

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