La Diputación de Valencia prestará asistencia técnica a los municipios de Estivella (Camp de Morvedre), Museros (Horta Nord) y Albalat de la Ribera (Ribera Baixa) para la redacción de sus Planes Generales, tanto de los planes estructurales como los de ordenación pormenorizada, documentos que les permitirán dejar atrás un planeamiento urbanístico basado en normas subsidiarias y definir las bases de crecimiento de estos municipios para los próximos 20 o 30 años.
El Plan General es el documento que prevé las posibilidades de crecimiento de un municipio, tanto en el plano urbanístico como en el turístico o industrial. Es, por tanto, un instrumento básico sin el cual no es posible el desarrollo de la localidad, tal como explica José Luis Romero, técnico del Servicio de Asistencia Técnica a Municipios.
Su elaboración, sin embargo, es un proceso complejo y largo, que requiere de la implicación coordinada de un equipo de profesionales experimentados que ayude a encajar las previsiones y deseos de los ayuntamientos con las exigencias legales en materia de Urbanismo y Medio Ambiente vigentes en cada momento.
Prueba de esta complejidad es el hecho de que en los últimos 10 años apenas se han aprobado 10 Planes Generales en la provincia de Valencia; 1 en los últimos 3 años.
Por este motivo, el papel coordinador de la Diputación de Valencia resulta fundamental, sobre todo para los municipios más pequeños, pues la profesionalidad y experiencia acumulada durante años de los técnicos provinciales les permite prestar un valioso asesoramiento a los ayuntamientos además de ejercer de mediadores cualificados entre estos y los equipos redactores.
Así pues, la asistencia técnica de la institución provincial se traduce en la contratación del equipo redactor, la coordinación de los trabajos por una arquitecta provincial y, en el caso de los municipios menores de 5.000 habitantes, como Estivella o Albalat de la Ribera, la asunción del 40% del coste del Plan General. Del importe que deben abonar los ayuntamientos, sólo el 10% se aporta al principio, dejando el 90% restante para el momento en el que el Plan General esté completamente finalizado, lo que supone una ventaja añadida para los consistorios.
Y es que la elaboración de un Plan General supone un alto coste económico para los ayuntamientos, que conviene prever y planificar a lo largo del tiempo que dure su elaboración. Concretamente, los últimos concursos publicados para la contratación de los trabajos de redacción contemplan un importe máximo de adjudicación de 150.000 euros para cada uno de ellos y el plazo máximo de ejecución de seis años, prórrogas incluidas, aunque puede haber casos puntuales en los que el tiempo hasta conseguir la aprobación final del plan se prolongue un poco más allá.
