Según ha destacado José Ignacio Casar Pinazo, “teníamos mucho interés en visitar la Diputación de Valencia, la institución que propició su dedicación a la pintura con la Pensión en Roma en 1876, y comentarle al presidente los objetivos del centenario de la muerte de Pinazo siguiendo con las citas que hemos mantenido con los principales representantes de las instituciones políticas y culturales valencianas”.
Los miembros del comité han presentado al presidente Jorge Rodríguez el amplio programa de actividades culturales organizadas con el objetivo prioritario de dar a conocer la vida y la obra de Ignacio Pinazo, “uno de los artistas más influyentes de su época”, remarca Pérez Rojas, quien dirige desde hace más de 10 años un grupo de trabajo e investigación científica sobre el pintor.
Fruto de esta extensa investigación, y con motivo del Año Pinazo, se producirán seis exposiciones con nuevas lecturas y revisiones de conceptos en torno a la obra del que fuera Pensionado de la Diputación de Valencia en Roma en 1876.
El presidente Jorge Rodríguez ha mostrado su disposición a implicar a la Diputación de Valencia en las celebraciones organizadas en torno al centenario del fallecimiento de Ignacio Pinazo.
Entre otros proyectos, tal como ha referido el bisnieto del pintor, “queríamos hacer partícipe a la Diputación porque una de las prioridades es llevar las exposiciones y actividades a las principales ciudades de las comarcas valencianas para que todos los ciudadanos puedan conocer la obra de Ignacio Pinazo”.
Pensión de la Diputación a Pinazo
Ignacio Pinazo Camarlench (Valencia, 1849-Godella, 1916) consiguió su plaza de pensionado de la Diputación en Roma en 1876. El tribunal de la oposición estuvo presidido por Teodoro Llorente e integrado por Salustiano Asenjo, José Fernández Olmos, Rafael Montesinos, Miguel Pou y Francisco Peris.
Desde Roma, Ignacio Pinazo remitió 16 academias –ocho del antiguo y ocho del natural-, dos estudios de colorido representando niños, un óleo representando a “Baco Niño tañendo flautas” y un tema de historia representando a “Las hijas del Cid abandonadas en el bosque por los condes de Carrión”.
La maestría de Pinazo era tal que, en 1879, la Diputación expuso al público en La Lonja los trabajos de su pensión obteniendo un notable éxito en la época.
