La aparición de unas culebras autóctonas e inofensivas en un lago artificial obligó a cerrar un parque de Puçol

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Una familia de culebras viperinas (Natrix maura) convive desde principios de abril con las ranas, renacuajos y peces que habitan en el lago artificial del parque José María Ribelles de Puçol. Esta especie autóctona protegida no es peligrosa para el ser humano y por el momento el ayuntamiento la mantendrá en el parque.
El miércoles 6 de abril el Ayuntamiento de Puçol recibió la llamada de un vecino que alertaba de que en el lago artificial del parque José María Ribelles había visto “un grupo de serpientes”. Tras enviar a la Brigada Municipal y a la Policía Local para comprobar el avistamiento, el consistorio decidió cerrar el parque al público.

Para averiguar estas dudas respecto a las nuevas inquilinas del José María Ribelles, el Ayuntamiento de Puçol contactó con el Centro de Educación Ambiental de la Comunidad Valenciana (CEACV), ubicado en la Marjal dels Moros, con el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de El Saler y con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA).

Tanto los agentes de la benemérita como los técnicos y biólogos del CEA y del Centro de Recuperación de Fauna Salvaje llegaron a la misma conclusión: las nuevas inquilinas del parque son culebras viperinas, cuyo nombre científico es Natrix maura, una especie autóctona protegida como todos los reptiles y que no constituye ningún peligro para la seguridad de los seres humanos, ya que se alimenta de pequeños animales como las ranas, renacuajos y peces que habitan en el lago artificial de este parque de Puçol.

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