El nuevo concejal del PSPV renuncia a integrarse en el grupo municipal y va directamente a los no adscritos

El PSPV de Alboraia continúa con sus divergencias internas. Después de que cuatro de sus concejales se fueran al grupo de los no adscritos el pasado mes de julio, la renuncia de dos de ellos permitía la entrada de dos nuevos ediles de la lista socialista. Sin embargo, segundos después de prometer el cargo, uno de ellos, Fermín Sanjuán, manifestó su voluntad de no integrarse en el grupo del PSPV “por divergencias con la dirección socialista local”.
El Pleno, celebrado el 25 de enero, sólo aprobó la toma de posesión de Sanjuán ya que el que debía ser nuevo concejal, Miguel Cerezo, renunció al cargo que le correspondía por orden de lista. Por lo tanto, el Consistorio está a la espera de que la Junta Electoral dé el visto bueno para que pueda acceder al cargo el que será el edil que complete el Pleno municipal.

Sanjuán, fundador del PSOE en Alboraia y de la UGT de los Astilleros de Valencia ha asegurado “no reconocer al PSOE que fundamos en Alboraia a finales de los 70 donde las diferencias se dirimían votando y respetando el juego democrático”.

Según explica el propio Sanjuán, no se adscribe al grupo socialista “porque este grupo ha perdido la esencia democrática de respetar la opinión de la mayoría”.

Asimismo, condena el trato que han recibido los concejales que apoyaron el cambio de portavoz municipal y ha remarcado que cuatro son mas que tres y eso en democracia es mayoría. “Ahora ya somos cinco los que apoyamos el cambio de portavoz”.

Así pues Sanjuán se convierte en el quinto concejal que apoya el nombramiento de Josep Lanuza como portavoz municipal, hecho por el cual fueron expedientados por el PSPV los otros cuatro concejales y su expediente está pendiente de resolución por el Comité Federal de Garantías del PSOE.

Fermín Sanjuán fue concejal del ayuntamiento de Alboraia en los años 80 y volvió a las listas tras la integración del SIA en las listas del PSOE. Según ha manifestado el propio Sanjuán, vuelve con la ilusión intacta de la primera vez que fue concejal y con las mismas ganas de servicio público para mejorar la vida de los vecinos de Alboraia, eso sí, esta vez lo hará desde la oposición.