La vuelta del cole del lunes supuso para el Ausiàs March de Mislata el final de diez años de calvario por los problemas de espacio de su comedor. Diez años sin poder garantizar a sus alumnos un sitio para quedarse a comer en los que había que adjudicar las escasas plazas mediante sorteo sorteo y dejar fuera a unos 120 niños y niñas, con todos los problemas que esta situación acarreaba cada curso a sus familias.
El proyecto de la Conselleria ha supuesto una inversión de 480.000 euros y ha servido para ampliar las antiguas instalaciones, pasando de 90 a 280 metros cuadrados de superficie y de 56 a 166 comensales por turno. "Ahora, el Ausiàs March tiene una capacidad para 330 alumnos, en doble turno, por lo que todas las familias que han solicitado plaza de comedor para el curso 2017/2018 la han conseguido", afirma satisfecha la concejala de Educación, Ana María Julián.
Además de la ampliación, el proyecto ha supuesto la rehabilitación integral de las antiguas instalaciones, incluyendo estructura, cerramientos y sistemas de calefacción e iluminación, así como la ampliación y renovación de todo el equipamiento de la cocina.
Tras la visita, el alcalde ha agradecido a la Generalitat su "compromiso con la educación pública, que nos ha permitido solucionar en unos meses lo que otros no quisieron solucionar en diez años". Bielsa ha recordado que este comedor era una "reivindicación histórica de toda la comunidad educativa" y ha querido felicitar de manera especial a "todos los padres y madres de alumnos que han luchado por estas instalaciones". "Desde el Ayuntamiento estamos muy contentos y orgullosos de haberlo conseguido", concluye el alcalde.
